{"id":99536,"date":"2023-05-23T12:51:35","date_gmt":"2023-05-23T10:51:35","guid":{"rendered":"https:\/\/salesianos.info\/?p=99536"},"modified":"2023-05-23T12:51:43","modified_gmt":"2023-05-23T10:51:43","slug":"el-sermon","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/salesianos.info\/blog\/el-sermon\/","title":{"rendered":"El serm\u00f3n"},"content":{"rendered":"
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Mi vida de serm\u00f3n comenz\u00f3 a fraguarse en el escritorio de fray Guillermo Botta; dominico y predicador preclaro. Durante d\u00edas enteros consult\u00f3 el evangelio. Palabra a palabra dio forma a mi cuerpo.<\/p>\n
El celoso dominico, mientras me escrib\u00eda, imaginaba a los sencillos campesinos de la parroquia de Butigliera de Asti, pueblecito enclavado en las suaves colinas del Piamonte. Cuando descubr\u00ed que yo no era un serm\u00f3n cualquiera, sino que estaba destinado a brillar con luz propia en la misi\u00f3n del a\u00f1o Jubilar, me llen\u00e9 de orgullo.<\/p>\n
Por fin lleg\u00f3 el d\u00eda. Era una tarde de abril. Los campesinos se hab\u00edan congregado en la iglesia. Un rancio olor a cera quemada impregnaba el templo. El predicador subi\u00f3 al p\u00falpito. Comenz\u00f3 la disertaci\u00f3n. Impulsado por su voz potente, comenc\u00e9 a llenar todos los rincones de la iglesia.<\/p>\n
Minutos despu\u00e9s se derrumbaron mis sue\u00f1os de grandeza. Varios campesinos dormitaban al no entender las palabras del predicador. Otros, ajenos a m\u00ed, elaboraban una lista de pecados para realizar una buena confesi\u00f3n y eludir las penas del infierno\u2026 Algunas mujeres devotas musitaban el santo rosario.<\/p>\n
Cuando comenzaba a sentirme decepcionado, llam\u00f3 mi atenci\u00f3n un ni\u00f1o de unos diez a\u00f1os. Desde la altura del p\u00falpito observ\u00e9 su pelo recio y ensortijado\u2026 Sus ojos despiertos y atentos se cruzaron con los m\u00edos. Me cautiv\u00f3. Hall\u00e9 en \u00e9l la tierra buena que buscaba. Me olvid\u00e9 del olor a cera, de los campesinos que dormitaban, de las beatas que farfullaban oraciones\u2026 y me esforc\u00e9 por llenar la vida de aquel cr\u00edo. Le habl\u00e9 de la misericordia de Dios; de la alegr\u00eda de vivir; de la sonrisa que abre caminos al encuentro; de la bondad\u2026 Y \u00e9l me escuch\u00f3 para siempre.<\/p>\n
Han transcurrido muchos a\u00f1os. Aquel ni\u00f1o es hoy sacerdote en la ciudad de Tur\u00edn. Anuncia caminos nuevos a los j\u00f3venes para que lleguen a ser \u201chonrados ciudadanos y buenos cristianos\u201d.<\/p>\n
Me cabe el honor de haber sido el primer serm\u00f3n que escuch\u00f3. Desde aquella tarde nunca nos hemos separado. He crecido en los labios de Don Bosco. \u00c9l me ha ense\u00f1ado a ser serm\u00f3n que provoca sonrisas; que capta la atenci\u00f3n; que hunde sus ra\u00edces en la vida diaria y que anuncia la misericordia infinita de un Dios que es Padre. Con \u00e9l he llegado a ser algo m\u00e1s que un serm\u00f3n. Sus palabras me han convertido en \u201cla sonrisa joven de Dios\u201d.<\/p>\n
Nota: El papa Le\u00f3n XII declar\u00f3 1825 como a\u00f1o Jubilar. El peque\u00f1o Juan Bosco asisti\u00f3 a las predicaciones de la misi\u00f3n organizada con motivo de este evento. Aqu\u00ed se encontr\u00f3 a don Calosso, sacerdote que le acompa\u00f1\u00f3 en los inicios de su vocaci\u00f3n sacerdotal (Memorias del Oratorio. D\u00e9cada Primera, n\u00ba 2).<\/em><\/strong><\/p>\n [\/et_pb_text][et_pb_button _builder_version=\u00bb4.21.0″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb button_text=\u00bbBolet\u00edn Salesiano\u00bb button_url=\u00bbhttps:\/\/www.salesianos.info\/boletin-salesiano\/\u00bb url_new_window=\u00bbon\u00bb custom_button=\u00bbon\u00bb button_text_size=\u00bb21px\u00bb button_text_color=\u00bb#FFFFFF\u00bb button_bg_color=\u00bb#E02B20″ button_bg_enable_color=\u00bbon\u00bb button_border_color=\u00bb#000000″ button_icon=\u00bb9||divi||400″ button_icon_color=\u00bb#FFFFFF\u00bb button_text_shadow_style=\u00bbpreset1″ button_text_shadow_color=\u00bb#000000″ box_shadow_style=\u00bbpreset2″ box_shadow_color=\u00bb#000000″ hover_enabled=\u00bb0″ sticky_enabled=\u00bb0″][\/et_pb_button][\/et_pb_column][\/et_pb_row][\/et_pb_section]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Mi vida de serm\u00f3n comenz\u00f3 a fraguarse en el escritorio de fray Guillermo Botta; dominico y predicador preclaro. 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Cuando descubr\u00ed que yo no era un serm\u00f3n cualquiera, sino que estaba destinado a brillar con luz propia en la misi\u00f3n del a\u00f1o Jubilar, me llen\u00e9 de orgullo.<\/p> Por fin lleg\u00f3 el d\u00eda. Era una tarde de abril. Los campesinos se hab\u00edan congregado en la iglesia. Un rancio olor a cera quemada impregnaba el templo. El predicador subi\u00f3 al p\u00falpito. Comenz\u00f3 la disertaci\u00f3n. Impulsado por su voz potente, comenc\u00e9 a llenar todos los rincones de la iglesia.<\/p> Minutos despu\u00e9s se derrumbaron mis sue\u00f1os de grandeza. Varios campesinos dormitaban al no entender las palabras del predicador. Otros, ajenos a m\u00ed, elaboraban una lista de pecados para realizar una buena confesi\u00f3n y eludir las penas del infierno\u2026 Algunas mujeres devotas musitaban el santo rosario.<\/p> Cuando comenzaba a sentirme decepcionado, llam\u00f3 mi atenci\u00f3n un ni\u00f1o de unos diez a\u00f1os. Desde la altura del p\u00falpito observ\u00e9 su pelo recio y ensortijado\u2026 Sus ojos despiertos y atentos se cruzaron con los m\u00edos. Me cautiv\u00f3. Hall\u00e9 en \u00e9l la tierra buena que buscaba. Me olvid\u00e9 del olor a cera, de los campesinos que dormitaban, de las beatas que farfullaban oraciones\u2026 y me esforc\u00e9 por llenar la vida de aquel cr\u00edo. Le habl\u00e9 de la misericordia de Dios; de la alegr\u00eda de vivir; de la sonrisa que abre caminos al encuentro; de la bondad\u2026 Y \u00e9l me escuch\u00f3 para siempre.<\/p> Han transcurrido muchos a\u00f1os. Aquel ni\u00f1o es hoy sacerdote en la ciudad de Tur\u00edn. Anuncia caminos nuevos a los j\u00f3venes para que lleguen a ser \u201chonrados ciudadanos y buenos cristianos\u201d.<\/p> Me cabe el honor de haber sido el primer serm\u00f3n que escuch\u00f3. Desde aquella tarde nunca nos hemos separado. He crecido en los labios de Don Bosco. \u00c9l me ha ense\u00f1ado a ser serm\u00f3n que provoca sonrisas; que capta la atenci\u00f3n; que hunde sus ra\u00edces en la vida diaria y que anuncia la misericordia infinita de un Dios que es Padre. Con \u00e9l he llegado a ser algo m\u00e1s que un serm\u00f3n. Sus palabras me han convertido en \u201cla sonrisa joven de Dios\u201d.<\/p> Nota: El papa Le\u00f3n XII declar\u00f3 1825 como a\u00f1o Jubilar. El peque\u00f1o Juan Bosco asisti\u00f3 a las predicaciones de la misi\u00f3n organizada con motivo de este evento. Aqu\u00ed se encontr\u00f3 a don Calosso, sacerdote que le acompa\u00f1\u00f3 en los inicios de su vocaci\u00f3n sacerdotal (Memorias del Oratorio. 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