El salesiano don Giuseppe Costa, Coportavoz de la Congregación Salesiana, ha editado el libro Llamados al amor con esperanza. Aguinaldos salesianos de Don Ángel Fernández Artime, que recopila en un único volumen mensajes y citas del Rector Mayor de los Salesianos de Don Bosco, creado cardenal por el papa Francisco en 2023.
Los Aguinaldos son una tradición iniciada por San Juan Bosco en 1859, esperada cada año por millones de jóvenes y renovada también por el X Sucesor del fundador de los Salesianos. Ángel Fernández Artime, al frente de la Familia Salesiana desde 2014, durante su mandato ha escrito diez aguinaldos. «Recoger tiene el significado de un trabajo conclusivo», explica su secretario, Giuseppe Costa, en el prólogo del libro Llamados al amor con esperanza, que –invitado al programa «Radio Vaticana con Voi»– presentó a los lectores los diez mensajes del purpurado.
10 años de Aguinaldos
El primer Aguinaldo, el de 2015, lleva por título «Como Don Bosco, con los jóvenes, para los jóvenes«. El Card. Fernández Artime lo define como «una propuesta de comunión», considerándolo «una bella herencia espiritual», porque siempre está en el corazón del santo. En este texto, el entonces recién elegido Rector Mayor se centra en el carisma salesiano, en «esa feliz expresión, que fue su programa de vida (de Don Bosco)», es decir, «basta con que sean jóvenes para que yo los ame mucho».
El año siguiente, el aguinaldo «¡Con Jesús! Recorramos juntos la aventura del espíritu» repasa los meses transcurridos, los del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco. Fernández Artime vuelve sobre la importancia de «planificar juntos la misión juvenil recibida como Familia Salesiana», de modo que «se haga visible la espiritualidad de la que nos alimentamos». Ese «con Jesús» significa comprender que «solo con Jesús, en Jesús y de Jesús, podremos hacer un camino decisivo para nuestras vidas». No basta con ser atraídos por Él: se necesita «la amistad personal con el Maestro», en un camino donde los jóvenes deben ser «orientados hacia la santidad».
En los dos años siguientes, los Aguinaldos invitan a los salesianos a ser realmente familia, haciendo «cada casa escuela de vida y de amor«. Este es el tema de 2017, mientras que al año siguiente dos verbos son centrales: escuchar y acompañar. La elección del tema familiar deriva, escribe el Rector Mayor, de los dos Sínodos dedicados por el Papa a la familia, que llevaron a la exhortación apostólica Amoris Laetitia de 2016. «Estamos convencidos –se lee en el aguinaldo– de que la familia debería ser esa realidad humana concreta en la cual se aprende el arte de la Vida y del Amor». También la Familia Salesiana «presenta el espíritu de familia como elemento constitutivo de nuestro ser». Entonces el llamado a una lectura tranquila y serena de Amoris Laetitia, «con el corazón preparado para el diálogo y el encuentro».
«Cultivemos el arte de escuchar y acompañar«, este es el Aguinaldo de 2018. El tema elegido está en continuidad con el del año anterior. La invitación es ante todo a leer el encuentro de Jesús con la Samaritana, donde la escucha libre de prejuicios «se convierte en acogida y encuentro personal». La escucha conduce luego a lo que el Cardenal Fernández Artime define como «el don del discernimiento», que se nutre, como indica el Papa, de tres verbos: reconocer, interpretar y finalmente elegir. Don Bosco en todo esto es un modelo.
«La santidad también para ti» es el título del Aguinaldo 2019. También en esta ocasión, el impulso proviene de la exhortación apostólica de Francisco, Gaudete et Exsultate, sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo. La santidad en palabras del Papa se convierte así en «un llamado al mundo contemporáneo y a la Iglesia en modo especial para vivir la vida como vocación y llamada a la santidad». Una santidad que se convierte en un modo de «asumir en la caridad los propios deberes, intereses y afectos», llevando a un «camino de humanización», terminando por coincidir con «la plena floración de lo humano».
Doce meses después, es una de las afirmaciones más conocidas de Don Bosco la que da título al Aguinaldo para el nuevo año: «Buenos Cristianos y Honestos Ciudadanos«. La reflexión parte de una premisa: «No podemos vivir en un limbo, sin que nada tenga que ver con la vida, la justicia, la igualdad de oportunidades». De aquí la necesidad de presentar el modelo educativo de Don Bosco también a los jóvenes no cristianos, y recuerda la necesidad de «estar descentrados de uno mismo, estar comprometidos cívicamente, también en el servicio político», «defendiendo los derechos humanos», poniendo siempre «legalidad y honestidad» en el centro.
Esperanza y amor son dos palabras clave de los Aguinaldos del siguiente bienio. «Movidos por la esperanza» es el título del mensaje para 2021, «Hagan todo por amor, nada por fuerza» el siguiente. La esperanza está estrechamente ligada a la pandemia, a «ese hombre, vestido de blanco –escribe el Rector Mayor– todo solo en la gran explanada de la Plaza de San Pedro, en la tarde lluviosa hacia el atardecer del 27 de marzo de 2020». La referencia es a la oración de Francisco por el fin del Covid-19. «Con ese gesto –se lee– ha recordado a este nuestro mundo, compuesto de etnias, culturas, naciones y religiones diferentes, que Dios tiene la capacidad de conducir también las realidades más desastrosas y dolorosas hacia el bien». La esperanza entonces «no es un simple deseo o mero optimismo, sino que tiene que ver con la dedicación y la confianza».
En 2022, la reflexión parte del cuarto centenario de la muerte de San Francisco de Sales, «con Don Bosco, que como nadie más ha sabido traducir la fuerza espiritual de San Francisco de Sales en la evangelización y educación de los chicos». Los dos nos enseñan que «nada se debe hacer con fuerza», sino que se necesita «dulzura, amabilidad en el tacto» para «vivir todo con amor», buscando «la presencia de Dios en el corazón del hombre», también con la oración y «una guía espiritual». «Haced todo por amor, nada a la fuerza» fue el lema de este Aguinaldo.
El penúltimo Aguinaldo lleva por título «Como levadura en la familia humana de hoy«. La imagen de la levadura se utiliza para recordar «que la fermentación ocurre en el silencio». De la misma manera, «la acción del Reino de Dios trabaja desde adentro». Un Reino que «sigue creciendo en nuestro mundo, entre luces y sombras», y es «Jesús mismo quien actúa como levadura entre la gente común, entre los pobres y los enfermos necesitados de curación». En este sentido, «el laico es un cristiano que santifica el mundo desde dentro», porque en cada época los cristianos han vivido su tiempo.
Finalmente, «El sueño que hace soñar» es el último Aguinaldo, el del año en curso. Exactamente hace doscientos años, en 1824, ocurrió el «Sueño de los Nueve años» de Don Bosco. En el sueño, un hombre primero y una mujer después, el Padre y María, le ofrecen un estilo de acción. «No con golpes, sino con dulzura y caridad», y lo invitan a instruir a los jóvenes –»el campo de acción confiado a Don Bosco»– y sobre la fealdad del pecado y belleza de la virtud. Esa misión será el corazón de su vida. «Sin sueños no hay vida», escribe el prelado, que también recuerda «que Dios hace grandes cosas con instrumentos simples, hablándonos de muchas maneras».
«Estoy convencido –concluye el Cardenal Fernández Artime– como decía Don Bosco, que cada ladrillo es una gracia de María Auxiliadora, nada hemos hecho sin la intervención directa de Ella. Ella, Inmaculada y Auxiliadora, continúa guiándonos a todos de la mano».
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