El sol apenas asomaba en el horizonte cuando 600 jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS) se despedían de Barcelona. El sueño aún pesaba en sus párpados, pero la emoción de la aventura que les esperaba los impulsaba a cargar sus mochilas y emprender el viaje hacia Italia.
Un viaje lleno sueños
Sueños y sueño. La palabra ha tomado varios significados según avanzaba el día. El trayecto fue largo, pero la alegría, risas, y charlas reinaban en los diez autobuses, conforme se acercaba el mediodía. Algunos jóvenes repasaban sus notas, otros veían películas salesianas, pero todos compartían la misma ilusión: llegar al lugar donde todo comenzó el Colle Don Bosco.
Llegada a la cuna de Don Bosco
Al caer la noche, las campanas de la Basílica de San Juan Bosco repicaban, anunciando la llegada de los peregrinos. El cansancio del viaje se desvaneció al vislumbrar la Basílica de Don Bosco y la deslumbrante escalinata que conduce hasta la entrada al templo. Tras instalarse y cenar, muchos aprovecharon para visitar la humilde casa de la familia Bosco, en la tranquilidad de la noche, sumergiéndose en la historia de sus orígenes.
La alegría era palpable, y la emoción del momento se reflejaba en cada rostro. El sueño de conocer la cuna de la Familia Salesiana se había hecho realidad. Ya estaban allí, sobre la misma tierra en la que nació y creció el pequeño Juanito Bosco.
Un sueño hecho realidad
Antes de concluir este día tan largo y extenuante, los jóvenes se reunieron en el patio trasero del templo de Don Bosco para recibir el saludo de José Miguel Núñez, director del Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil (CNSPJ) de España. La jornada finalizó con una oración y las «buenas noches» desde la voz del salesiano , Don Thathi, director del Colle Don Bosco.
Esta casa salesiana en I Becchi, es un lugar especial donde el sueño de Don Bosco se hace realidad. Dios tiene un plan para el mundo y eligió a Don Bosco para guiar a los jóvenes. Este lugar, donde nació el carisma salesiano, invita a la esperanza y a vivir sin miedo, siguiendo el ejemplo de entrega de Don Bosco a Dios y a María Auxiliadora.
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