Andrés Flores Outerelo, SDB.
En esta foto que presentamos en esta ocasión, vemos una imagen en blanco y negro en la que se aprecia la presencia un grupo de personas y un obispo, en este caso el obispo de Coria-Cáceres, quien bendecía dos tornos para la Escuela de Formación Profesional que existía en aquella época en la ciudad de Cáceres. Esta escuela se ubicaba en el antiguo convento de San Francisco, perteneciente hasta la desamortización a los franciscanos.
Esta foto data de finales de los años 50, concretamente de 1956, y en ella se puede contemplar a dichos personajes en un acto de bendición del taller y la maquinaria. Participaba en aquel momento como director de la obra el salesiano don Francisco Gamarro. El obispo de Coria-Cáceres de aquel entonces se llamaba monseñor Llopis Ivorra, y también estaba presente el presidente de la Diputación Provincial de Cáceres, junto con algunas autoridades de la época.
Esta presencia salesiana, que no duró más de 10 años, es una historia en la que, cuando escuchas a los antiguos alumnos de aquella ciudad, piensas que fue una etapa corta pero muy edificante. Tantos chicos atendidos por aquella presencia en esta ciudad extremeña tuvieron un antes y un después muy positivo en sus vidas y en la ciudad. Hay que resaltar que, a principios de los años 40 del siglo pasado, un grupo de antiguos alumnos que trabajaban en la Diputación Provincial de Cáceres comenzaron a insistir y confiar a los Salesianos la educación de chicos en colegios de huérfanos de la beneficencia municipal.
En el año 1954, llegaron los primeros salesianos y comenzaron a trabajar en aquella zona donde se encontraba dicho convento franciscano. Sin embargo, el edificio y las clases no eran adecuados para dicha misión en la que la Diputación se había comprometido. Las promesas por parte de la Diputación Provincial de Cáceres de hacer instalaciones adecuadas, especialmente en talleres más en consonancia con los tiempos, fueron perdiendo interés por parte de la Diputación.
En agosto de 1964, la comunidad salesiana abandonó con pesar, por los chicos que vivían en aquella casa, la obra del antiguo hospicio de San Francisco de Cáceres, poniendo fin a dicha presencia salesiana en esta ciudad. Hay que reconocer que la labor realizada durante esos años, de 1954 a 1964, fueron años duros y con unas instalaciones muy pobres. Sin embargo, muchos de aquellos jóvenes y chicos que estudiaron y se formaron con los Salesianos quedaron con una huella muy profunda, y hoy en día se tiene un gran recuerdo de los Salesianos por parte de esos jóvenes, hoy antiguos alumnos de aquella obra.
Fuentes consultadas:
Boletín Salesiano marzo de 1960 página 24.
Casas de los Salesianos en España (1881-2022) páginas consultadas: 261-264.
Foto cedida por la familia por un antiguo alumno Antonio Barranco Lobato. (+ fallecido en Puerto Real (Cádiz) mayo 2021, a los 80 años.
Libro: “María Auxiliadora Conmemoración de los 60 años en Cáceres”. Página 165.
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