Yo viajo, tú viajas, nosotros viajamos…

17 marzo 2025

Antonio Gutierrez

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El misionero salesiano, Antonio Gutiérrez, cuenta como un grupo de personas ha viajado por el Sahara hasta Sierra Leona para llevar una furgoneta a la misión de Lungui, donde los salesianos tienen una presencia.

Viajar se ha convertido en una experiencia que la gente realiza sin mayor preocupación, siempre contando con que haya unos euros en el bolsillo y un buen plan de viaje.

En las semanas pasadas ha habido un grupo de personas que han atravesado el Sahara, comenzando en España y acabando en Sierra Leona. La experiencia ha sido muy buena y todos estamos encantados con la aventura vivida.

Este viajar tiene, entre otros, un objetivo: llevar una furgoneta acondicionada con paneles solares, convertida en un aula con ordenadores, donde los alumnos de las escuelas primarias de los pueblos alrededor de Lungi, donde los salesianos tienen una presencia, tengan un contacto real con la realidad de la que han oído hablar, pero que nunca han tocado con sus manos: un ordenador.

No se trata de un objetivo aislado, esto entra dentro de todo un largo programa de dotar a las escuelas de los medios necesarios, como son libros (se han repartido miles de ellos en las escuelas, tanto de lectura como de colorear) o las bicicletas (dentro de un programa de acercar la escuela a los alumnos que la tienen lejos y en la que se han distribuido más de 600 bicis para alumnos y maestros que ha producido un impacto considerable). Es un paso más en nuestro empeño porque los alumnos tengan los medios necesarios para una buena educación.

El sueño, largamente meditado, surgió como posible realidad cuando preparando coches para el uso de la comunidad surgió la idea de preparar uno para este menester y así llegamos a la conclusión de que una furgoneta sería el recipiente apropiado para instalar unos ordenadores y que una persona, un voluntario, diera vida a este sueño, que estamos en camino de que se convierta en una realidad. Este voluntario estaría aquí un tiempo, mientras entrena a una persona local para desempeñar su cometido.

Lo cierto es que ha habido un grupo de diez personas que en cordada, se han decidido y  han atravesado el desierto para acercar el sueño hacia su posible y concreta realización.

Aquí está la furgoneta instalada con sus paneles y los accesorios necesarios. Aquí están los alumnos dispuestos para la experiencia. Aquí estamos nosotros dispuestos a completar lo que falta, el voluntario, contactar con los directores de las escuelas, algunos de los cuales están encantados y a ver por dónde vamos saliendo a flote, que  no es difícil. Basta con tener un poco de ilusión, y las dificultades se van allanando y el camino se convierte en transitable.

Y esto es solo el comienzo. Una furgoneta para unos cinco mil alumnos… Más furgonetas son posibles y nuevos viajes pueden ser realizables. Siempre hemos intentado estar abiertos a la realidad.

Soñar es posible. Convertirlo en realidad es nuestro empeño. En mi larga experiencia africana, muchos sueños se han convertido en realidad, escuelas, pozos, colegios, iglesias, guarderías, salas polivalentes, alfabetización, desarrollo, vocaciones, promoción social, agricultura… Y uno más es una cuenta más en el rosario de la vida que rezamos y que nos muestra que estamos en las manos de Dios a quien nos vamos acercando un poquito más cada día.

Demos gracias a Dios por permitirnos rezar tantos rosarios y pidámosle que nos acompañe en nuestro camino.

Gracias a todos.

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