Salva y Arturo, jóvenes prenovicios pertenecientes a la comunidad de Bartolomé Blanco, entregaron sus cartas de petición para entrar en el noviciado al inspector salesiano Fernando Miranda, durante la Eucaristía celebrada en el patio de Salesianos Trinidad, de Sevilla, ante toda la comunidad educativa pastoral de la obra y el personal de la sede inspectorial en un acto enmarcado en la eucaristía del 23 de mayo, con motivo de la celebración de la fiesta de María Auxiliadora.
En la homilía, el inspector enlazó la disponibilidad de María en las bodas de Caná en relación a la entrega de estos dos jóvenes que se proponen dedicar su vida como salesianos en la Congregación de Don Bosco. «En Caná, María no solo observa: intercede y señala el camino, como hace hoy con estos jóvenes, llevándolos con ternura al encuentro con su Hijo. —’Haced lo que Él os diga’— contienen toda la sabiduría de la vocación auténtica. Hoy Jesús impulsa a estos jóvenes hacia el milagro de una vocación entregada por completo al Reino.» El abrazo fraterno del Inspector con los dos prenovicios refrendó sus buenas disposiciones para con los candidatos.
Si todo procede con normalidad, Salva y Arturo ingresarán en Italia en el noviciado el próximo septiembre, en donde tendrán un año de preparación para realizar sus primeros votos religiosos como salesianos.
El aplauso de los presentes reflejaba la alegría de este día. “Aquí tenéis un aplauso que, por mucho que pase el tiempo o lleguen momentos de debilidad, nunca podréis olvidar”, compartía Fernando.
Un momento de profunda esperanza al poner la vida al servicio de los demás.
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