Una cátedra de ternura desde el Belén
La efeméride contó con un pregonero de excepción: el Cardenal salesiano D. Ángel Fernández Artime. El X Sucesor de Don Bosco, figura de relevancia mundial, cautivó a los presentes con un mensaje que transformó el Belén en una «escuela de vida».
«No venimos a anunciar que llega la Navidad, venimos a contemplar un Belén», afirmó el Cardenal, invitando a los asistentes a perder el miedo a la cercanía de Dios, quien «se hace niño para que nadie tema acercarse». Fernández Artime, visiblemente impresionado por la magnitud del acto y la solera de la casa madre de los Salesianos en España, dedicó palabras de profundo afecto a las familias locales y a la vigencia del mensaje cristiano en la actualidad.
Alumnado, música y familia
El acto no solo fue una lección magistral de espiritualidad, sino un fiel reflejo de la identidad salesiana con tres ingredientes esenciales. El protagonismo fue compartido con el alumnado, quienes ejercieron de conductores del acto, rindiendo homenaje a sus compañeros y al equipo docente, la música, con el coro de la casa, junto a destacados solistas, que inundó la Basílica de acordes navideños, fusionando las voces de alumnos y profesores en una sola armonía, y las familias que participaron activamente en las felicitaciones, reforzando el carácter intergeneracional de esta cita.
Medio siglo de historia viva
Aunque la pandemia obligó a breves pausas en el calendario, el espíritu de 1975 permaneció intacto. El director de la casa, Ramón Ronda, cerró el evento con un agradecimiento extensivo a todos los grupos que sostienen este pilar cultural de Utrera.
La jornada concluyó entre distinciones, fotografías para el recuerdo y la certeza de que, 50 años después, el Pregón de Navidad de los Salesianos sigue siendo el lugar donde Utrera se encuentra con el misterio del Nacimiento.











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