En la visita de animación, de pocos días, a la obra misionera salesiana en Malasia, Kuching, el P. Václav Klement, Consejero Regional para Asia Este-Oceanía, se centró en conocer principalmente el contexto de la misión, más que en la animación a la comunidad, y de este encuentro pudo entrever señales prometedoras para el futuro de la misión.
El P. Klement viajó a Kuching del 28 al 31 de julio pasado, y a través de reuniones y encuentros pudo descubrir una comunidad católica viva y pudo conocer a los primeros colaboradores. Con esta visita pudo estar al tanto, más a fondo, de los avances y los desafíos en los proyectos, uno de ellos es el actual Instituto “San José” de Samarahan, que incluye el Centro de Formación Profesional confiado a los Salesianos.
La presencia salesiana misionera en el lugar cuenta con tres Salesianos que lo animan: el P. Ramón Borja, Director, el P. Andre Belo y el Sr. Manuel Ruperez, éste último proveniente de la Inspectoría Santiago el Mayor y que hizo su profesión perpetua el pasado mes de junio. En estos primeros meses han comenzado a aprender el idioma local: el bahasa malasio, el dialecto bidayukh y también algo del idioma chino.
Desde febrero pasado, es decir, después de la última visita del inspector de Filipinas Norte (FIN), que depende la presencia de Malasia, los tres salesianos residen en la parroquia diocesana dedicada a San Esteban, ayudando a los dos sacerdotes que estaban presentes en el servicio pastoral a unos 33.000 fieles y en la animación de unas 60 capillas.
En las reuniones de la visita de animación se encuentra el Arzobispo Ordinario del lugar, Mons. Simon Poh, que sigue muy de cerca la actividad misionera y ayuda a la nueva comunidad.
El P. Klement visitó la escuela internacional “San José” que está a cargo de los Hermanos Maristas. De estos encuentros y reuniones informales tanto con los fieles, las familias católicas y los animadores juveniles, el Regional podrá plantear una visión más profunda del campo de la misión que les espera a los hijos de Don Bosco en Kuching.
Gracias a la reciente evangelización que han realizado los misioneros en Mill Hill, un territorio no muy grande, la comunidad católica de Kuching testimonia el verdadero espíritu de familia entre los sacerdotes, las comunidades religiosas y parroquiales. Se nota el testimonio de un Arzobispo que sirve y acompaña de cerca la formación de la fe de los jóvenes a través de campamentos anuales para los adolescentes.
Como señal de seguimiento y acompañamiento a la pequeña comunidad salesiana, esta recibió una carta con algunas indicaciones para el trabajo futuro en la misión.
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