Durante la jornada del 8 de febrero se celebró vía telemática el VI Encuentro de Amigos del Premio Nacional Don Bosco. Salesianos Zaragoza acogió la participación de amigos, entidades y empresas patrocinadoras. En esta ocasión se contó como momento central con la ponencia de Emilio Duró Pamies, empresario, profesor y conferenciante de referencia. Desde hace más de 30 años trabaja como consultor, asesor y formador para importantes empresas multinacionales.
Autor de múltiples artículos en publicaciones empresariales y de difusión durante su intervención se centró en el desarrollo de actitudes pro-activas en el ser humano: La preparación ante el incremento de la esperanza de vida, (que conlleva un aumento de la incertidumbre de nuestras actuaciones y objetivos); la nueva gestión del tiempo que implica esta mayor longevidad; el desarrollo del coeficiente de optimismo y la gestión de la ilusión frente a los nuevos retos; cómo vencer los miedos y asumir la responsabilidad de nuestras decisiones para la fijación de objetivos, (personales y profesionales), que nos permita diseñar nuestra propia hoja de ruta. «El objetivo de la vida no es ser únicamente ‘universitarios’, el eje principal es ser felices. Por eso las asignaturas no deben medirse únicamente en Ciencias o Letras, y lo que no se enmarque ahí será Arte. No sólo son conocimientos técnicos, hay que examinar en valores y en un modo de vida», compartía sobre el proceso de aprendizaje.
El acto, que estuvo moderado por la directora del colegio, Merche López, contó también con el saludo del director de la casa Juan Bosco Sancho, quien arropó a todos los asistentes agradeciendo su colaboración un año más, ya que sin ellos, este premio no sería posible. «Los jóvenes miran a empresas como las vuestras para ilusionarse. Gracias a vuestro apoyo mediante la formación profesional dual miran al futuro con otros ojos», compartía. «Don Bosco se apoyó en empresas de su tiempo como vosotros hacéis hoy en día con este premio», añadía sobre una colaboración que se ha consolidado con el paso de los años.
Merche López presentó la última memoria con los datos más destacados e informó a los colaboradores de las novedades que la organización del certamen están poniendo en marcha para la 35 edición y que, la mayoría, vienen condicionadas por la situación de pandemia. «Volvemos al formato virtual con el deseo de encontrarnos el próximo año», explicaba. Así la defensa de los 61 proyectos ante el tribunal se hará de forma telemática, como la exposición ‘Metaverso’ de proyectos, que se realizará a través de una plataforma digital y se podrán visitar los stand durante tres días o asistir a charlas, y el acto de entrega de premios que será vía streaming.
También este año se cuenta con la novedad de la Primera edición del Premio Don Bosco Junior dirigido al alumnado que esté cursando de 4º a 6º de Educación Primaria o Educación Secundaria Obligatoria, o sean alumnos de Centros de Educación Especial pertenecientes a colegios públicos, concertados o privados de la ciudad de Zaragoza.
«El objetivo principal del premio es estimular la capacidad creativa, innovadora y de investigación de jóvenes talentos, promoviendo el desarrollo de iniciativas que contribuyan a avanzar hacia la consecución de los logros de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que en esta primera edición se centrará en el ODS 7 ‘Energía asequible y no contaminante’, relacionado con el ODS 12 ‘Producción y Consumos responsables’ y ‘ODS 13 Acción por el clima'», explicaba sobre un proyecto que arranca con mucha ilusión.
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