Un grupo de 28 chicos y chicas del IES Fray Bartolomé de las Casas de Morón de la Frontera, dinamizados por Bosco Global, reflexionan sobre cómo se construye la autoestima y cómo influye en ella los mensajes que recibimos de nuestro entorno.
En el contexto de las actuaciones que Bosco Global realiza en el Instituto y en el marco del proyecto «Comunidades educativas promotoras de cultura de paz que inciden en la prevención de los discursos de odio» que la ONGD lleva cabo en Andalucía con el apoyo de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID) y la colaboración del Ayuntamiento de Morón de Frontera, dentro del programa Ciudades ante las drogas, se impulsa esta actividad que trata de empoderar la figura del joven como mediador en el conflicto entre iguales.
Un proceso personalizado en cada grupo de trabajo
Tras un trabajo inicial de analizar cómo se construye la autoestima y cómo influyen en ella los mensajes que recibimos, así como otras cuestiones derivadas de la influencia de los discursos de odio en la construcción de la cultura de paz, los adolescentes y jóvenes han diseñado diferentes actividades para trabajar estas cuestiones en el aula.
Las actividades han sido muy diversas y han dependido de las necesidades de cada grupo, así como de los problemas que estos jóvenes mediadores han detectado en cada una de las clases.
Entre otras cuestiones se ha trabajado sobre la importancia de tener una autoestima ajustada, valorar lo positivo de las personas y usar los elogios, cómo el exceso de autoestima o de orgullo puede repercutir en los comportamientos de las personas, cómo el odio se puede manifestar de forma cotidiana de muchas maneras distintas y sobre cómo desmontar la otredad o el reconocimiento de los grupos desde la diferencia y la oposición.
Testimonios: “hasta los compañeros que suelen estar menos atentos se han sentido interpelados”
Paula, estudiante de 4º de la ESO, destaca que con las actividades que han realizado en el aula «hasta los compañeros que suelen estar menos atentos se han sentido interpelados» y han participado de forma muy activa.
Álvaro, estudiante de 1º de la ESO, comenta que después de las actividades que han realizado ha podido comprobar que en su clase hay mejor ambiente y «hasta los chicos más introvertidos se han integrado más en la clase y la gente se ha empezado a llevar mejor».
Ana, estudiante de 1º de la ESO ha destacado que en la evaluación que han realizado con sus compañeros han mencionado lo importante que es «no hacer lo que no te gustaría que te hicieran a ti y a no insultar a la gente».
El profesorado está muy satisfecho con el proceso y en palabras de Ana Oliva, la orientadora, «la actividad ha superado las expectativas de cómo los chicos y chicas pueden diseñar procesos educativos y cómo su creatividad ha permitido desarrollar metodologías activas y motivadoras para sus compañeros y compañeras».
María del Carmen Bernal, personal técnico del Ayuntamiento, comenta que «esta experiencia me ha resultado muy positiva y por ello desde el programa ciudades se va a promocionar en otros centros educativos de la localidad».
Evaluación del proceso y compromisos de futuro
En la sesión de evaluación del proceso realizada el miércoles 23 de febrero, los chicos y chicas se propusieron seguir trabajando en esta línea de jóvenes mediadores que sensibilizan en su comunidad educativa, de forma que en el mes de mayo profundizarán sobre la importancia del respeto a las personas que tienen gustos diferentes, la reacción frente a la presión de grupo y estrategias para saber decir no y desarrollar la autonomía ante el qué dirán.
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