El título que acabamos de leer es un título que da mucho de sí. Un título muy amplio y a la vez un título muy sugerente, que hace que una pregunta venga a nuestra cabeza y nos haga pararnos a pensar y a reflexionar. ¿Quién quiero que forme parte de mi vida?
En nuestro día a día, convivimos y tenemos relación con muchos tipos de personas. Cada uno de nosotros somos diferentes y eso, queramos o no, es lo que nos enriquece. Se dice que en la variedad está la riqueza. Pero a medida que pasa el tiempo, a medida que vamos cumpliendo años, vamos eligiendo con qué personas queremos compartir nuestros momentos más importantes, en definitiva nuestra vida.
Personas especiales
Y esas son, ni más ni menos, que las “personas vitamina”. ¿Qué cuales son esas personas? Pues es muy fácil, son aquellas que te acompañan y te apoyan en tu camino diario, las que con sus palabras al oído, con sus buenos consejos nos inyectan ilusión, aquellas que son optimistas y te impulsan a que tú también lo seas. Aquellas que son capaces de sacar lo mejor de cada persona, las que te miran de una manera especial, con una mirada cristiana como lo haría Jesús.
Son aquellas que nos nutren y nos alimentan, son aquellas personas que buscamos cuando necesitamos hablar y ellas siempre te hacen un hueco, aún estando muy ocupadas. Esas que con ellas el tiempo se pasa volando y cuando te das cuenta dices: “¡Anda… pero si llevamos una hora!”. Las que te inspiran bienestar, y que, estando con ellas, piensas que nada malo puede ocurrir. Son esas personas que, al recordar los momentos compartidos, siempre esbozas una gran sonrisa. Esas que te “escuchan” y parece que el tiempo se para para ellas, las que se alegran casi más que tú cuando las cosas te salen bien. Y te dicen: ¡Ves, ya te lo decía yo!
Esas personas que, cuando estás pasando por una dificultad, “están siempre ahí”, aunque sea en la distancia. Esas personas que sin ellas, tu vida estaría incompleta. Faltaría una pieza en el puzle.
En resumen. ¡Qué bonitas son las “personas vitamina”! Y yo… me siento tremendamente afortunada porque Dios puso algunas en mi vida. Ojalá yo también lo sea para alguien.
0 comentarios