Aprender a vivir

Aprendiendo a Vivir

28 septiembre 2023

Fuen Arranz

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Desde la figura de padres, no debemos olvidar que somos educadores de nuestros hijos y, como tal, responsables del futuro de las nuevas generaciones. Un decálogo de buenas prácticas con ellos y para ellos, acompaña este artículo.

Sólo son 3 palabras, pero, como madre y educadora, me pregunto: ¿se puede enseñar a vivir? Cuántas veces oímos en un claustro: Con este chico/a, ¿en qué nos hemos equivocado? Si eres padre o madre de adolescente, seguro que alguna vez, en esos momentos de angustia que dan a veces nuestros maravillosos chicos y chicas, te ha venido a la cabeza: ¿qué he hecho mal? Me gustaría lanzar un mensaje optimista; lo que es seguro es que si nos hacemos estas preguntas es porque nuestros niños/as, adolescentes y jóvenes, nos preocupan y queremos lo mejor para ellos.

Hay infinidad de frases célebres sobre esto. De todas, ésta del educador Paulo Freire me parece realmente interesante: “La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”. Quizá deberíamos ver cada día en clase y casa como una oportunidad, una posibilidad de generar en nuestros chicos y chicas el interés y curiosidad necesarios para realmente proponer cambios que tengan como resultado un mundo mejor.

Generadores de cambio

No sé si existirá la fórmula mágica para genios transformadores e impulsores del cambio”. No obstante, seguro que todos podemos hacer algo. Quizá podamos afirmar que como profesores-educadores, debemos ir mucho más allá de transmitir conocimientos y, junto con las familias y una sociedad responsable, impulsar aspectos como:

  1. Fomentar curiosidad: Dejar que su curiosidad les guíe. No temer decir “no lo sé, vamos a investigar juntos”.
  2. Fallar está bien: Enseñar que el fracaso es una oportunidad para aprender y crecer, ayudando a aprender a manejar las emociones.
  3. Fomentar la independencia: A medida que crecen, dar responsabilidades y permitir que tomen decisiones. Esto ayudará a ganar confianza en sí mismos.
  4. Celebremos sus éxitos, pero también ser apoyo cuando las cosas no salen como esperan.
  5. Fomentar la empatía: Enseñar a comprender y respetar los sentimientos de los demás es fundamental.
  6. Encontrar el equilibrio: Equilibrio saludable entre trabajo, juego y descanso, mostrando la importancia de cuidarse, física y emocionalmente.
  7. Cuidar las relaciones, animar a pasar tiempo de calidad con amigos, familia, compañeros.

No me gustaría acabar sin decir que puede que lo más importante sea no olvidar a enseñar con el ejemplo: seamos curiosos, reconozcamos nuestros errores, asumamos responsabilidades y tomemos decisiones, busquemos y celebremos el éxito sin venirnos abajo ante la adversidad, seamos empáticos, vivamos de manera saludable y cuidémonos entre nosotros. ¡Ojalá podamos ser referentes para nuestros chicos y chicas!

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