27 miembros de Consejos Parroquiales de las parroquias de Galicia y León se reunieron el pasado fin de semana en la parroquia María Auxiliadora de Ourense. El objetivo de este encuentro era conocer el documento de la congregación sobre las parroquias confiadas a los salesianos y la aplicación de la sinodalidad del Sínodo 21-23 en dichas parroquias.

Después del saludo de acogida del párroco de Ourense, D. Manuel de Andrés, los participantes manifestaron la satisfacción que produce el reencontrarse de modo presencial, con las medidas preventivas correspondientes, después de dos años sin hacerlo debido a la pandemia. También valoraron la posibilidad de revitalizar los Consejos Parroquiales, fomentando las reuniones inspectoriales de dichos consejos.

El encuentro arrancó con una oración con sabor a «sinodalidad», que recordaba que Jesús es agua para el camino. A continuación, Xavier Blanco SDB, de Vigo, presentó el documento sobre las parroquias salesianas, destacando los principales aspectos de los cinco capítulos del documento que trata de abarcar las 3.500 parroquias que regentan los salesianos.  Destacó la originalidad de la parroquia confiada a los salesianos. También puso de relieve la importancia de las personas que la integran para lograr que la parroquia sea un lugar que favorezca el estar juntos, potenciando la «cultura del encuentro» y la opción preferencial por los más necesitados.

En cuanto a los objetivos, destacó el hecho de favorecer una pastoral de formación permanente en la fe, aceptando a todos, promoviendo no solo unas actividades litúrgicas, sino de crecimiento y orientación en la vida. Hay que pasar de una pastoral de «mantenimiento» a una comunidad que potencie un ambiente acogedor, marcado por la alegría, donde todos puedan desarrollar sus potencialidades y habilidades y caminar siguiendo una clara propuesta de fe. Debe ser, pues, una Iglesia que anima y no se queja, una Iglesia que transmite fidelidad y no abandono.

Sobre la animación pastoral, el párroco deberá promover la formación de los catequistas y valorar sus carismas, así como una liturgia cercana a la vida, con un lenguaje compresible y accesible, cuidando los cantos, gestos y símbolos. Otra acción importante es la apertura de los centros de escucha, la acogida a los desfavorecidos y personas sin hogar y personas que han caído en la pobreza. De ahí que las plataformas sociales deban estar presentes en las parroquias. La ayuda parroquial no debe ser sólo económica, sino que debe llegar a las necesidades más profundas, por lo que debe seguir de cerca y escuchar a las personas y familias, para dar esperanza.

Un último capítulo del documento está dedicado a iglesias públicas y santuarios, en los que se debe acoger a los fieles, visitantes y transeúntes celebrando con dignidad los actos litúrgicos y manifestaciones de piedad popular.

Por su parte Koldo Gutiérrez SDB intervino telemáticamente para hablar de sinodalidad y Sínodo. La sinodalidad es ponernos en camino como fieles para recorrer juntos el sendero en “comunión, participación y misión” como pueblo de Dios para que, a través de la escucha y el discernimiento, logremos fortalecernos.

El Papa Francisco nos anima a lograr una iglesia más abierta, una iglesia donde haya una escucha recíproca donde todos podamos aportar y aprender. Durante su pontificado, ha convocado ya dos sínodos (camino que recorremos juntos) sobre la familia, otro sobre la nueva evangelización, sobre la Amazonía (una visión ecológica de nuestro planeta) y otro sínodo sobre los jóvenes.

Por ello, el objetivo del actual sínodo es promover tiempo de escucha, tiempo para discernir (escuchando y dialogando), tiempo para propuestas; hay que cultivar las relaciones y poner en relación las distintas generaciones.

Los distintos Consejos Parroquiales expusieron lo que estaban haciendo al respecto y cuáles eran sus expectativas, concluyendo el encuentro con una fotografía con todos los participantes y con mesa y mantel en una comida fraternal.