El Día Mundial contra el Trabajo Infantil es una jornada que se celebra el 12 de junio desde el 2002, establecida en ese mismo año por la Organización Internacional del Trabajo. Los Salesianos, a través de la Familia Salesiana, siguen trabajando para proteger a los niños, niñas y jóvenes de todo el mundo apostando por la educación como la mejor herramienta para que puedan alcanzar un futuro mejor.
El primer contrato de trabajo moderno
El contrato ideado y firmado por Don Bosco en 1852 es considerado por muchos como el primer contrato de trabajo moderno. No sólo porque muchas de sus cláusulas entrarán luego en la práctica normal de las relaciones laborales, sino, y sobre todo, porque por primera vez, con un documento a cuatro firmas, se establece una alianza que sigue siendo inspiración para el trabajo de los formadores: la existente entre el empleador, el trabajador, la familia del aprendiz y el educador.
Hace más de 170 años, Don Bosco inauguró una vía. Todavía hoy salesianos e Hijas de María Auxiliadora están comprometidos con el mismo camino y lo muestran en las diversas presencias y ambientes en los que desarrollan su labor.
La protección en el ámbito digital
En España, la regulación del trabajo infantil ha avanzado significativamente en sectores como el cine, el teatro o la música. Sin embargo, nuevas formas de participación laboral infantil en el entorno digital —como la figura de los kid‑influencers o el sharenting, donde menores generan contenidos para redes sociales y plataformas de vídeo con fines lucrativos, gestionados en muchos casos por sus familias— plantean retos urgentes en materia de protección.
Las Plataformas Sociales Salesianas, a través de la Coordinadora Estatal de Plataformas Sociales Salesianas (CEPSS), en el marco de su participación en la Plataforma de Organizaciones de Infancia (POI), están colaborando en la elaboración del borrador de ley que busca garantizar los derechos de niños, niñas y adolescentes que desarrollan actividades profesionales en el ámbito digital. El objetivo es asegurar una regulación que contemple no solo la custodia de ingresos o la limitación de horarios, sino también el bienestar emocional, el derecho a la educación y la protección integral de la infancia en todos los entornos, incluidos los virtuales.
Menores, mano de obra silenciosa y barata
Son múltiples las causas que llevan a la explotación infantil. La pobreza en zonas vulnerables, la falta de trabajo para los adultos, que provoca que sus hijos se vean forzados a trabajar para ayudar a sus familias, los conflictos armados en los que combaten como niños soldado y la trata de personas para explotarles con fines laborales o sexuales.
Los Salesianos, en muchos países, se enfrentan a estas situaciones. “Hay niñas en África subsahariana, incluso en edades tempranas de 5 ó 6 años, que son obligadas a trabajar como empleadas domésticas. Trabajan desde la mañana hasta la noche. Muchas de ellas son vendidas por menos de 15€”, denuncian los misioneros.
Misiones Salesianas, en línea con esta reivindicación, exige la colaboración de los gobiernos de todo el mundo, de las organizaciones internacionales, de las empresas, de las instituciones de todo ámbito y de la sociedad mediante medidas contundentes para proteger a la infancia.
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