La proclamación ha tenido lugar en el día de la fiesta del beato Felipe Rinaldi, fundador de esta organización internacional y gran sostenedor de la vocación salesiana laical.
Exalumnos y Amigos de Don Bosco
Este nuevo estatuto marca una etapa significativa en la historia del movimiento, el más numeroso dentro de la Familia Salesiana y que acoge creyentes de diversas tradiciones.
El texto refleja un camino de escucha y de responsabilidad compartida. Refuerza la identidad y la misión de la Confederación, respondiendo a las exigencias del tiempo presente.
Al anunciar la promulgación del Estatuto, el Rector Mayor declaró:
«Es una verdadera alegría para mí aprobar hoy un texto que responde a las nuevas realidades y desafíos del mundo en que vivimos… Lo que más cuenta es permanecer fieles al espíritu de Don Bosco, respondiendo con amor y creatividad a la realidad y a las exigencias del mundo y de la Iglesia de hoy».
Por su parte, Diego Aragón Yuste, presidente de la Confederación Nacional España de Antiguos Alumnos y Antiguas Alumnas de Don Bosco, al ser preguntado por este nuevo estatuto afirmaba:
El movimiento de los antiguos alumnos está de enhorabuena por la aprobación de este nuevo estatuto. Se ha hecho un importante trabajo durante dos años para darle contenido jurídico a la nueva realidad asociativa. Este nuevo estatuto será un marco de referencia al que se tendrán que adaptar todos los estatutos nacionales, regionales y locales. Con esta actualización jurídica los antiguos alumnos revalidamos nuestro compromiso con el carisma de Don Bosco como miembros activos de la Familia Salesiana y grupo más numeroso.
Una vez proclamado se procede a la traducción a los diferentes idiomas, en breve se contará con la versión española.
Los cambios más significativos del nuevo Estatuto
Da reconocimiento formal a los Amigos de Don Bosco en el nombre de la Organización, ampliando la pertenencia y la participación, sobre todo a quienes no provienen de una escuela, sino de todas las demás presencias salesianas.
Amplía los valores para incluir la paz y la solidaridad junto a la verdad, la vida y la libertad, reforzando la misión salesiana de construir una sociedad más justa, defender la dignidad humana y promover la reconciliación y la fraternidad en un mundo dividido.
Prevé formas más claras de adhesión y recorridos de formación, animando el liderazgo laical, en particular la representación de los jóvenes y de las mujeres.
Indica formas renovadas de pertenencia y participación laical, con un mayor énfasis en la formación y en el liderazgo.
Entrega una orientación de la misión hacia los jóvenes, en particular los más pobres y vulnerables.
Define una gobernanza y una comunicación globales más fuertes, incluida la introducción de una Consulta Regional y de un coordinador de la comunicación.
Aprueba la institución de la Fundación Carlo Gastini, en apoyo al desarrollo a largo plazo y a las iniciativas globales.











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