Caminando por la calle, tropecé con un señor desconocido en una esquina y todo porque ambos íbamos absortos con el móvil.
Una servidora le pidió mil disculpas, “perdón, perdón, no le había visto”.
Ya en casa, en el largo y estrecho pasillo, tropecé con mi hijo y le grité: “torpe, quítate, mira bien por donde vas”. Se retiró triste a su habitación, sin rechistar y no decir nada.
Y me paré a pensar: “Trataste al extraño y señor desconocido con cortesía y educación y con tu hijo no te portaste como debieras”.
Me acerqué a la cocina y encontré un precioso ramo de flores silvestres, al lado había un papelito que decía: “Son para ti, mamá, te quiero”.
Me sentí una miserable y lloré. Secándome las lágrimas me acerqué a la habitación de mi hijo con el precioso ramo, sin mediar palabras, le di un abrazo y un fuerte y cariñoso beso y le pregunté: “¿Son para mí?” Su respuesta fue otra interrogación: “¿Para quién si no? Las cogí del campo, las vi, me gustaron y pensé en ti, son muy bonitas, sobre todo esas violetas moradas, ¿no, mamá?”
Le volví a dar otro abrazo mezclado con nuevos lagrimones y calladita puse las flores en un jarrón, a la entrada de la casa.
Después hablando del mismo tema, el hijo me comunicó que quería darme flores ahora y no, como muchos hacen, que las dan cuando uno ya no está.
Esta breve historia nos da a entender y tener muy caro que la familia es como un lujo, hemos de desvivirnos por ella, seamos padres, esposa, esposo o hijos.
He aquí el significado de la familia en todas las lenguas:
F-a-m-i-l-y
“Father and mother, I love you”
Papa y mamá, yo os amo.
Bella curiosidad de la palabra inglesa “family”.
Guárdala en el corazón, no la olvides y lléva a la práctica lo que significa.
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