El salesiano más anciano de la Congregación, el P. José Berno, partió el domingo 10 de junio de vuelta a la Casa del Padre. El 24 de febrero había cumplido 107 años de vida, 89 de ellos como misionero en Venezuela, 86 desde su Profesión Religiosa perpetua y 80 años como sacerdote.
Un 24 de febrero de 1911 en Riese Pio X, una localidad y comuna italiana de la provincia de Treviso, región de Véneto, nace un niño. Sus padres Martino Berno y Antonia Giacomazzi deciden ponerle por nombre Giuseppe. «Sí – dice la madre – se llamará Bepi, como el Papa (San Pío X), porque quiero que mi hijo sea sacerdote, como él». ¿Una profecía de madre? ¿Un sueño de la familia? ¿Una llamada de Dios? Lo cierto es que el P. Bepi en 1929, con tan solo 18 años, parte para Venezuela como misionero.
Ingresa a la Congregación Salesiana y hace su Profesión Religiosa el 1 de septiembre de 1929 en Padova, Italia, ese mismo año viaja a Venezuela y en aquel país, que se convertirá en su segunda patria, continúa su formación como salesiano. Realiza sus votos perpetuos el 11 de septiembre de 1932. Se ordena de Diácono el año de 1937 y es Consagrado Sacerdote el 11 de septiembre de 1938 en La Vega, Caracas, por imposición de manos de Monseñor Luis Centoz, Nuncio Apostólico.
En 1961, con 50 años, el P. José recibe una invitación de Mons. Segundo García, Vicario Apostólico de la Amazonia y el alto Orinoco, «¿Por qué no vienes conmigo a las misiones? ¡Hay mucho que hacer!». Aceptó inmediata e incondicionalmente.
Pasó los primeros siete años en Puerto Ayacucho, la Sede Episcopal y capital de la Amazonía venezolana. Fue Vicario Apostólico, Monseñor y director de la obra salesiana. En 1967 junto con otros dos grandes misioneros, el P. Cocco y el P. Bonvecchio, el P. José ingresa a la selva virgen de la Amazonía en Venezuela y permanece durante 20 años.
«Solo Dios y María Auxiliadora – escribía uno de sus exalumnos – conocen la vida de privaciones y sacrificio de un misionero, sobre todo cuando se trata del primer viaje de exploración, el primer contacto con las diferentes tribus: la Guaikos, los llamados yanomami, el Yekuanas, la Makiritare e incluso otras tribus como los guajibos, los piaroas, etc». Su vida es un testimonio de fidelidad y entrega generosa al servicio de Dios y del país.
Al paraíso te lleven los ángeles. A tu llegada te reciban los mártires y te guian hasta la ciudad santa de Dios.
Descanse en paz ✝ Padre Jose ✝