Desde la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora se comunica que este lunes 9 de marzo, hacia las 8:00, fallecía en la Residencia Vall d’Hebron de Barcelona el querido hermano salesiano sacerdote Ramon Vera Peralta, tras larga y grave enfermedad. Tenía 67 años de edad y había cumplido los 49 de salesiano y los 39 de sacerdote.
Su funeral será celebrado el miércoles 11 de marzo, a las 12:00 en el Santuario-Parroquia de María Auxiliadora de Sarrià. Acto seguido tendrá lugar el entierro en el Cementerio de Sarrià. La capilla ardiente quedará instalada en el Tanatorio de Les Corts, Sala 11, y podrá ser visitada desde las 14:30 de mañana martes 10. Allí mismo, a las 19:30, rezo de Vísperas.
Ramon nació en Llinars del Vallès (Barcelona) el 24 de octubre de 1952. Hizo el Noviciado en Sentmenat, donde profesó el 16 de agosto de 1970. Los estudios de filosofía los cursó, de 1970 a 1973 en Sentmenat y en Girona. El tirocinio lo realizó en Ciutadella (1973-75). Estudió la teología en Martí-Codolar al tiempo que residía y trabajaba en Llars Mundet y después en Mataró-Residencia vocacional/CAV. Fue en Mataró donde, el 17 de mayo de 1980, recibió la ordenación sacerdotal.
Hasta 1981 desarrolló su labor pastoral en esa misma casa de Mataró-Residencia/CAV, y después, sucesivamente, en Ciutadella (1981-84), Barcelona-Rocafort (1984-86), Girona (1986-90), Sanlúcar la Mayor como asistente de novicios (1990-91), nuevamente Mataró-Residencia/CAV (1991-94), Mataró (1994-96), director de Sant Boi de Llobregat (1996-2002), Sabadell (2002-07, director de 2002 a 2005), Horta (director de 2007-2014), director de Mataró (2014-16) y de Ciutadella (2016-2019). A comienzos del curso actual, ya muy enfermo, pasó a la Residencia Mare de Déu de la Mercè en Martí Codolar.
Ramon será recordado como hombre sereno y lleno de paz y de gran fortaleza interior. Salesiano apasionado por la Palabra de Dios y con profundo sentido comunitario.
Que el Señor Resucitado acoja con ternura al hermano Ramon entre todos aquellos que han entregado su vida a la misión salesiana; y que María Auxiliadora, a la que tanto amó, lo acoja con el cariño de Buena Madre del cielo.
Que descanse en paz.
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