La imagen muestra una reproducción fotográfica de un carnet de identificación perteneciente a Artémides Zatti, emitido por la Secretaría de Salud Pública de la Nación (Argentina). Este documento, con número de matrícula 07253, certifica que Zatti era «enfermero», con fecha de emisión del 12 de junio de 1948. En su parte izquierda, se observa una fotografía en blanco y negro de Artemides Zatti, de mediana edad, con bigote, vestido con traje y corbata. A la derecha de la fotografía, se encuentra un sello oficial de la «Secretaría de Salud Pública». Debajo de la fotografía, aparece también la firma del propio Zatti y de las autoridades correspondientes que validan su autenticidad.
Este documento, realizado en Argentina, refleja el reconocimiento oficial de su labor como profesional de la salud, un testimonio tangible de su dedicación a un servicio público.
¿Quién fue Artémides Zatti?
Este documento de identidad profesional nos transporta a la vida del salesiano Artémides Zatti (1880-1951), conocido por su profunda fe y su compromiso con los enfermos, especialmente los más pobres y abandonados. Esta imagen histórica no es solo un documento administrativo; es un valioso testimonio de una vida consagrada a la atención de los enfermos, donde la ciencia y la caridad iban de la mano. Zatti no solo curaba cuerpos, sino que también sanaba almas con su sonrisa, su alegría salesiana y su testimonio cristiano.
Artemides Zatti fue un salesiano enfermero conocido por su extraordinaria vocación y entrega hacia los enfermos y los más necesitados. Nacido en Italia y emigrado a Argentina, dedicó su vida al cuidado de los enfermos en Viedma, Río Negro. Su trabajo no solo se limitó a la atención médica, sino que también abarcó un profundo compromiso humano y espiritual con los pacientes.
Artemide Zatti nació el 12 de octubre de 1880 en Boretto, Reggio Emilia, Italia, en una familia de agricultores. Desde muy joven, tuvo que trabajar debido a la pobreza de su familia. En 1897, a los 17 años, emigró con su familia a Argentina, estableciéndose en Bahía Blanca. Allí, comenzó a asistir a la parroquia dirigida por los Salesianos y se convirtió en ayudante del sacerdote Carlo Cavalli.
En 1901, Zatti contrajo tuberculosis mientras cuidaba de un sacerdote enfermo. Fue enviado al hospital de la misión en Viedma, donde se recuperó milagrosamente después de rezar a María Auxiliadora, prometiendo dedicar su vida al cuidado de los enfermos. Cumplió esta promesa y se convirtió en un enfermero y farmacéutico trabajando incansablemente para ayudar a los pobres y enfermos en Viedma durante más de 40 años. Zatti profesó como salesiano coadjutor en 1911 y fue beatificado el 14 de abril de 2002. El Papa Francisco aprobó un segundo milagro atribuido a él el 9 de abril de 2022, lo que llevó a su canonización el 9 de octubre de 2022, convirtiéndose en el primer santo salesiano no sacerdote.
Un legado que trasciende
Hoy, esta imagen nos invita a refl exionar sobre el valor de los profesionales de la salud y los documentos que, aunque parezcan simples trámites, representan años de estudio, compromiso y humanidad. También, este documento no solo representa una acreditación profesional, sino que también simboliza la vida de un hombre que transformó su vocación en un acto constante de amor hacia los demás. Esta identificación profesional nos recuerda la importancia del servicio desinteresado y el impacto que una sola persona puede tener en una comunidad.
Publicar esta imagen acompañada de su historia es una oportunidad para honrar la memoria de Artemides Zatti y destacar cómo su legado sigue inspirando a generaciones actuales y futuras en el ámbito de la salud y la solidaridad humana. La historia de Zatti es un recordatorio de que la vocación trasciende títulos y registros. Su matrícula profesional certificaba su labor, pero su verdadera identidad estaba en su corazón de servicio, un espíritu que sigue inspirando a generaciones.
Datos: ARCHIVO HISTÓRICO SALESIANO Argentina Sur. Sede Bahía Blanca.
Fotografía digital
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