La imagen de esta fotografía digital corresponde a la portada original de la revista: “La Virgen de Don Bosco: Ecos de la Obra Salesiana en Madrid”, editada en mayo de 1923. Se trata de una cuidada composición visual que reúne tres elementos claves salesianos: en la parte superior izquierda, la ilustración de María Auxiliadora; en el centro, un dibujo arquitectónico detallado del proyecto de las Escuelas Salesianas en la Ronda de Atocha n.º 11; y en la esquina inferior derecha, el retrato de San Juan Bosco con el título de “Ven” (venerable), reflejo de su proceso de canonización aún en curso en esa época. El conjunto tiene una tipografía elegante y un diseño simétrico que transmite solemnidad, identidad institucional. En la parte inferior se destaca el lema salesiano en latín: “Da mihi animas, caetera tolle” (“Dame almas y llévate lo demás”), máxima que resume el corazón de la misión educativa salesiana
Más que un simple boletín informativo, esta revista representa la consolidación de la presencia salesiana en la ciudad de Madrid durante las primeras décadas del siglo XX. Actualmente, este ejemplar se conserva en la Hemeroteca Municipal de Madrid, una institución que cumple un papel fundamental en la custodia de la memoria impresa de la ciudad, preservando publicaciones que narran su evolución social, cultural, educativa y religiosa a lo largo del tiempo.
El hecho de que esta revista se haya publicado en el mes de mayo no es una casualidad. Para la familia salesiana, mayo es el mes especialmente dedicado a María Auxiliadora, figura central en la espiritualidad de Don Bosco y protectora de todas sus obras. La devoción a la Virgen bajo esta advocación no solo forma parte del patrimonio espiritual de la congregación, sino que es también un símbolo de consuelo, esperanza y fortaleza en la misión educativa y pastoral salesiana.
Los Salesianos, congregación fundada por San Juan Bosco en Turín (Italia) en 1859, llegaron a España en 1881 con una misión clara: la educación integral de la juventud, especialmente de aquellos en situación de pobreza o vulnerabilidad. Inspirados en el sistema preventivo de Don Bosco —basado en la razón, la religión y el amor— los salesianos fundaron escuelas, talleres, oratorios y parroquias en diferentes regiones del país. En Madrid, su labor educativa comenzó a tomar forma a comienzos del siglo XX, en un contexto de profundos cambios sociales, industriales y urbanísticos.
Para el año 1923, los salesianos ya contaban con varias presencias significativas en Madrid. Entre las más destacadas se encontraba la obra de Ronda de Atocha, que aparece en la portada de la revista como un gran proyecto en expansión. También era muy relevante la obra de Carabanchel Alto, en funcionamiento desde 1911, donde los salesianos atendían un colegio. Esta casa, situada en un entorno entonces semirrural, se convirtió en casa de formación salesiana: noviciado, filosofado y, sobre todo, teologado. A estas casas se sumaba la presencia en Estrecho (Cuatro Caminos) con un primer oratorio festivo, que daban respuesta al creciente número de jóvenes trabajadores y sin acceso a una formación adecuada.
La revista aquí exhibida refleja este momento de crecimiento y consolidación. En su portada, se condensan los símbolos y las aspiraciones de un proyecto educativo con profundas raíces espirituales y sociales. El ambicioso diseño arquitectónico de las escuelas proyectadas por el arquitecto D. Joaquín Saldaña, destacado profesional de la época, simboliza no solo la inversión en infraestructuras modernas, sino también el compromiso a largo plazo de los salesianos con la ciudad de Madrid. El retrato de Don Bosco, identificado como “Venerable”, es un recordatorio del origen de todo este movimiento como santo educador que supo transformar la sociedad a través del amor, la cercanía y la confianza en la juventud. Junto a su imagen, el lema “Da mihi animas, caetera tolle” reafirma la entrega total al servicio de los jóvenes y la primacía de los valores espirituales sobre los materiales.
El valor de esta revista trasciende lo meramente informativo. Es un documento que captura el espíritu de una época, el fervor de una comunidad religiosa y el compromiso con una causa educativa que, cien años después, sigue viva en múltiples rincones de la ciudad y del mundo. Gracias a su conservación en la Hemeroteca Municipal de Madrid, cuya misión es salvaguardar el extenso patrimonio periodístico y documental de la ciudad, podemos hoy redescubrir una parte fundamental del legado salesiano en la capital española y su impacto en generaciones de jóvenes. Esta institución no solo protege los testimonios del pasado, sino que los pone al servicio del presente y del futuro, permitiéndonos comprender mejor la historia viva de Madrid a través de sus páginas impresas.
Fuente imagen:
Hemeroteca Municipal de Madrid patio norte,
C. del Conde Duque, 9-11, Centro, 28015 Madrid

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