En esta fotografía en blanco y negro, realizada en 1965, un grupo de personas contemplan con recogimiento una imponente escultura de granito. Elevada sobre un pedestal robusto, la figura de María Auxiliadora con el Niño Jesús en brazos que domina un paisaje del extremo noroeste de la provincia de Salamanca, como símbolo silencioso de protección, fe y agradecimiento.
Este Monumento a María Auxiliadora en Aldeadávila de la Ribera (Salamanca) es una imponente escultura situada en el punto más alto del pueblo, en el paraje conocido como el mirador de «El Palomar». Fue inaugurado el 24 de agosto de 1965, coincidiendo con la festividad de San Bartolomé, patrón del pueblo.
Una obra de devoción y oficio local
La imagen, María Auxiliadora con el Niño Jesús en brazos tiene 3,5 metros de altura, fue esculpida íntegramente en granito por el magnifico artista Damian Villar, cantero de la zona, experto en trabajar la piedra con manos de artesano y alma de creyente. Se alza sobre un pedestal de 6,5 metros, también de granito, conformando un conjunto monumental de 10 metros que se impone sobre la llanura salmantina.
La iniciativa fue promovida y financiada por la Congregación Salesiana, como expresión de gratitud por las numerosas vocaciones salesianas surgidas en esta zona y sus alrededores. Durante décadas, este pequeño rincón rural ha dado numerosos religiosos y misioneros a la familia salesiana, lo que ha convertido al pueblo en una tierra fecunda para la pastoral juvenil.
Un lugar de encuentro espiritual y festivo
El entorno del monumento fue especialmente acondicionado como zona festiva y merendero, permitiendo que el espacio trascienda lo meramente devocional. Aquí se celebran encuentros vecinales, meriendas, oraciones al aire libre, celebraciones marianas o sencillas tardes de comunidad bajo la sombra de la Virgen.
El resultado es un paisaje sagrado y cotidiano a la vez, donde lo religioso se entrelaza con lo popular, y la piedra se convierte en testimonio de identidad local. María Auxiliadora, desde lo alto, sigue mirando con ternura el día a día del pueblo que la esculpió y la honra.
Un legado entre generaciones
La fotografía no solo documenta una estatua. Captura también un momento compartido: la infancia, la enseñanza religiosa, la unidad del pueblo. Cada niño que aparece de espaldas, cada sombra bajo el pedestal, forma parte del relato de un pueblo que ha sabido plasmar su fe en la piedra y en la memoria.
Esta imagen forma parte de la historia viva de Aldeadávila de la Rivera. Su monumento a María Auxiliadora no solo recuerda un pasado de vocaciones y fe, sino que sigue siendo un punto de encuentro, celebración y arraigo para nuevas generaciones.
DATOS IMAGEN: Original fotográfico en papel satinado brillante
ARCHIVO HISTÓRICO EDITORIAL CCS por don Alejandro Mata
Digitalización Fondo fotográfico publicaciones.
CENTRO PATRIMONIO SALESIANO SSM
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