El entorno natural del lugar complementa la imagen, sugiriendo una conexión entre el arte y la naturaleza, mientras que la luz del día resalta las texturas y formas de la escultura en proceso, invitando al espectador a apreciar la importancia del trabajo artesanal y la experiencia de los escultores en un arduo trabajo detrás de cada obra maestra. En conjunto, esta imagen no solo documenta el proceso creativo, sino que también rinde homenaje al talento y la pasión que subyacen en la realización de obras de gran envergadura cultural y estética.
Este monumento fue ubicado en la Plaza Don Bosco, frente al Colegio Salesiano y la Parroquia de María Auxiliadora, integrándose en un entorno que celebra la obra salesiana en Ourense. Su inauguración tuvo lugar el 31 de enero de 1986. Este evento marcó un hito importante en la celebración del 75 aniversario de la llegada de los Salesianos a la ciudad de Ourense, ocurrida en 1910. En el acto participaron el director y miembros de la familia salesiana, autoridades locales y representantes de la Iglesia. Hay que destacar la colaboración y aportación de la Asociación de María Auxiliadora para hacer realidad este magnífico acontecimiento.
Este grupo escultórico destaca por su narrativa visual y simbólica, representando la esencia del legado de Don Bosco. El sacerdote aparece sin pedestal, lo que simboliza cercanía y humildad. Don Bosco aparece abriendo su sotana, un gesto cargado de simbolismo que representa la apertura de su corazón para acoger y proteger a los jóvenes. Esta figura es el núcleo emocional del conjunto y transmite cercanía y amor paternal. Junto a ella, hay otras figuras de jóvenes que reflejan su compromiso con la educación y el bienestar de los jóvenes más vulnerables.
Estas figuras incluye un muchacho con boina que se agarra a la ropa de Don Bosco, expresando seguridad y confianza. Otro joven indiferente con un balón es llamado al cambio por otro muchacho agachado, simbolizando la transformación educativa. Un padre con su hijo mira esperanzado hacia Don Bosco, representando la confianza de las familias humildes en su obra. Cada figura encarna valores fundamentales del sistema preventivo de Don Bosco: acogida, educación y transformación social.
En resumen, este monumento no solo honra a Don Bosco como figura histórica, también es una representación viva del legado educativo y espiritual de Don Bosco en Ourense, destacando su compromiso con la juventud y las familias más necesitadas. El monumento narra una historia de esperanza, transformación y acogida. Cada figura interactúa con Don Bosco para resaltar valores como la inclusión, el amor y la educación. El gesto de abrir la sotana es un símbolo poderoso que conecta todas las escenas, invitando al espectador a reflexionar sobre el legado del santo.
DATOS IMAGEN: Fotografía color en papel fotográfico brillo realizada el 30 de julio de 1985
Original fotográfico del Archivo personal de don Narciso de la Iglesia Rodríguez SDB
Fondo fotográfico digital del CENTRO PATRIMONIO SALESIANO (SSM) Salesianos Carabanchel (MADRID)
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