El pasado sábado 16 de septiembre de 2023, la Casa Salesiana de Córdoba no sólo celebraba el acto de imposición del distintivo de honor en su categoría de oro a Don Rafael Millán Romero, también vivía el agradecimiento a una vida dedicada a Don Bosco y a los Antiguos Alumnos.
El 30 de enero de 1952, con solo diecisiete años, Rafael celebraba la imposición de su insignia como Antiguo Alumno, cuarenta años después ya fue reconocida su entrega de corazón a Don Bosco, con la insignia de plata concedida por la Federación Regional. En la actualidad, treinta y un años más tarde (curiosidad del número) los Antiguos Alumnos de Don Bosco, constatábamos en la figura de Rafael un ejemplo, con más de setenta años de trayectoria y servicio como Antiguo Alumno Salesiano, entregado a un sueño que hace casi doscientos años marcaría la vida, no sólo del joven Juanito Bosco, sino de todos los que compartimos su carisma.
Antiguos alumnos de las diferentes asociaciones que forman la Federación Regional “María Auxiliadora” Zona Sur, representación desde la Confederación Nacional, ejecutiva regional, ejecutiva local, familia salesiana, y amigos, se dieron cita en el Santuario de María Auxiliadora de Córdoba para acompañar a nuestro Hermano y Amigo Rafael, y a los familiares que le acompañaban en esta ocasión tan especial. Como bien quería Don Bosco, siempre entre las dos columnas que nos sustentarán en la fe, la Sagrada Eucaristía y nuestra Madre María Auxiliadora.
Una celebración eucarística, íntima y sentimental, presidida por Don Felipe Acosta SDB, quien, durante la acción de gracias de esta, imponía el distintivo de honor a Rafael, acompañado de nuestro presidente regional, Don José Puerto Aparicio, quién también hacía entrega del diploma acreditativo. Tras la imposición de la insignia, Rafael quiso compartir unas palabras, pero embargado por la emoción, finalmente fueron pronunciadas por su hija. En su discurso realizaba un rápido recorrido agradeciendo todo lo que ha sido su vida junto a Don Bosco y sus Antiguos Alumnos.
Al finalizar la Eucaristía y posterior sesión de fotos junto a los presentes, los asistentes pasaron de la misa a la mesa, celebrada en el bar de la Casa, compartieron cena como broche de oro a tan emotiva jornada.
Bonito día que quedará para siempre en los corazones de todos los Antiguos Alumnos de Don Bosco.
¡Felicidades! y gracias querido Rafael, que Dios y María Auxiliadora siempre te guíen y protejan.
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