La bendición de Dios por medio de nuestra Madre Auxiliadora, que recibió ayer tarde, ha sido el último sello de su pasaporte para el viaje al Paraíso de los justos. Pedimos por su eterno descanso, y para que su vida sea semilla de nuevas vocaciones a la vida consagrada salesiana.
El diario de un prado
Briznas de hierba ajadas Domingo, 15 de marzo 1846Soy un prado de hierba verde y mullida. Me rodea un seto. Pertenezco a la granja de los hermanos Filippi, situada en las afueras de Turín. He decidido escribir este diario porque me siento privilegiado. Mis dueños...
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