El testimonio de fe y de fuerza del Santo Padre Francisco, en esta situación, es una razón más para estar cerca de él en la oración afectiva y efectiva. Dios guarde a nuestro Papa la salud del cuerpo y del espíritu para continuar, según su voluntad, el ministerio de Pedro para todo el Pueblo de Dios.
Este sentimiento nuestro es fuerte y sentido, en plena comunión, por todas las comunidades de la Congregación Salesiana y Familia Salesiana esparcidas por el mundo. Un solo corazón y una sola alma en la oración por el Papa Francisco, como nos enseñó Don Bosco.
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