Según datos publicados, España es el país con mayor tasa de abandono escolar de la UE. El 17,3% de los jóvenes españoles entre 18 y 24 años no siguieron formándose tras finalizar secundaria. Un panorama desolador para quienes trabajamos en educación.
Pero, afortunadamente, siempre las reglas admiten excepción. En las primeras semanas del curso 19-20 me derivaron al departamento de orientación una alumna que podía llamarse, por ejemplo, Laura. Esta alumna había comenzado FP Básica de Administración y la tutora, sin haber llegado al mes, ya no podía más con sus graves incidencias disciplinarias.
Me encontré con una adolescente desconfiada, desafiante, enfrentada a las figuras de autoridad, inflexible, muy herida y a la defensiva. Llevamos a cabo múltiples actuaciones tanto con la alumna como con su familia, e incluso fue necesario algún que otro parte de expulsión. Por un momento, llegué a pensar que no podría seguir con nosotros.
Agradecidos
Dos años después ha sucedido lo que parecía imposible. Laura interviene en el acto de su graduación de FP Básica y esto es lo que nos dice:
“Hola a todos. Soy una estudiante de segundo de FPB de administración. Llegué a este centro hace 2 años, fracasé en la ESO por mi falta de disciplina y estaba pasando mi época de adolescente en mi momento más difícil. Mi experiencia en el colegio al principio fue un poco turbia, ya que, yo no aceptaba muy bien las normas establecidas en el centro y tuve muchas dificultades para adaptarme a mi tutora. Pero una vez que me adapté lo vi todo más sencillo. Al final me di cuenta de que solo querían ayudarme, me costó mucho darme cuenta de ello. Gracias a mi estancia aquí, he podido realizar mi periodo de prácticas en el extranjero, ha sido una experiencia inolvidable. Quién me lo iba a decir a mí. He conocido un sinfín de personas que me han ayudado a que fuera un poco más ameno este camino. Quiero dar las gracias a todo el equipo docente por su gran paciencia y confianza depositada en mí, ya que sin ellos hubiese sido bastante más complicado”.
Finalmente, Laura, como muchos de nuestros alumnos, no formará parte de ese 17,3%, ya que, aparte de titular en la FP Básica de Administración y conseguir también el Título de la ESO, ha solicitado para el próximo curso estudiar Grado Medio de Emergencias Sanitarias.
Este es el milagro de los panes y peces que se obra en nuestros centros educativos; lo que parecía imposible se llega a hacer realidad, gracias al trabajo compartido de tanta gente que consigue multiplicar las esperanzas, sueños y oportunidades de nuestros alumnos.
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