Estamos acostumbrados a que cada vez que hablamos de los peligros de la tecnología, lo hacemos para referirnos a los jóvenes, y además solemos hacerlo de una manera negativa. Pensamos que los culpables son ellos, incluso así se lo decimos. Sin embargo, nos cuesta darnos cuenta de que muchas veces nosotros caemos en las mismas trampas. El mundo de la tecnología ha entrado en la vida de todos, también en la de los adultos, y debemos cuidar cómo es nuestra relación con el móvil, sobre todo cuando los más pequeños están presentes.
Asediados de términos en inglés
Hoy os voy a hablar del phubbing, algo que se ha convertido en extremadamente común y del que seguro que, de alguna manera, tú eres víctima, bien porque lo practicas, bien porque te lo hacen a ti.
Se conoce como phubbing al acto de ignorar a alguien en la vida diaria al concentrarse en el teléfono móvil en lugar de en la conversación o actividad en curso. El término phubbing es una combinación de las palabras phone (teléfono) y snubbing (despreciar). Este comportamiento es cada vez más común y puede tener efectos negativos en las relaciones interpersonales, especialmente en el contexto familiar.
Podría hablarte de los estudios que demuestran que este comportamiento afecta a las relaciones de pareja y amistades. Pero seguro que, con un poco de observación, tú mismo te darás cuenta de que está presente en tu vida en mayor o menor medida. Las veces que, ante una pregunta de nuestro hijo, respondemos de forma más o menos airada “espera hijo, que tengo un WhatsApp que contestar”, o las veces que los niños nos hacen una demanda y nosotros estamos ocupados con el móvil. Es un comportamiento que tiene su origen en el mundo de la inmediatez en el que vivimos, que nos lleva a responder de forma compulsiva a lo que nos llega por el teléfono, pero no a atender las necesidades de la vida real en el momento, cuando en realidad debería ser al revés. Ya que el móvil, si hay algo que nos permite, es que las cosas pueden esperar y organizarnos de mejor manera.
A veces pedimos a nuestros hijos que no estén todo el día con el móvil cuando, en el momento que ellos vienen a hacernos alguna demanda, les decimos que esperen porque atender al teléfono es más importante que escuchar lo que nos dicen. Poner un poco de atención a un día cualquiera en nuestra vida podría darnos pistas, incluso preguntar a los niños directamente si creen que papá o mamá usan mucho el móvil. ¿Te atreves a hacer la pregunta? ¿Estarías dispuesto a dejar el móvil a un lado cuando estás en casa con tus hijos o en una cafetería con amigos? Si te cuesta responder a estas preguntas, tal vez es que eres víctima del phubbing.
0 comentarios