El año está llegando a su fin. Un 2022 en el que esperábamos tener buenas noticias, pero que empezamos con una nueva oleada de coronavirus y que siguió con una guerra en el corazón de Europa. Seguimos con una crisis energética y económica que ha derivado en una grave crisis alimentaria global. Además, no hacemos más que oír que nuestra Casa Común necesita más cuidados que nunca. Todo ello ha hecho que más de 1.300 millones de personas vivan en situación de pobreza y vulnerabilidad, más de 100 millones vivan conflictos armados y que otros 100 millones más sean personas refugiadas o desplazadas. La situación global de los niños y niñas se ha degradado y es a peor desde la II Guerra Mundial.

Desde Misiones Salesianas proponemos darle la vuelta y llevar la esperanza a todo el mundo esta Navidad. Para ello hemos lanzado la campaña Dale la vuelta. “Las calles están llenas de luces y las tiendas llenas de personas comprando. Nosotros proponemos que esta Navidad sea una Navidad «en salida», una Navidad misionera, en la que las personas más vulnerables, las víctimas de la guerra, las personas refugiadas, los niños y niñas que viven en la calle… todas esas personas estén presentes y que juntos podamos cambiar estas realidades injustas”, explica Luis Manuel Moral, director de la organización.

Misiones Salesianas, junto con los misioneros salesianos que trabajan en 134 países, está comprometida con la lucha contra la pobreza y las desigualdades y la protección y la educación de menores y jóvenes vulnerables en todo el mundo. Nuestros desafíos son conseguir que los más de 258 millones de niños y niñas que no van a la escuela puedan hacerlo; atender a las personas desplazadas y refugiadas por los conflictos, como en Goma (RD Congo) o en Ucrania; proteger y defender los derechos de las infancias vulneradas (víctimas de trata, menores soldado, niños de la calle…); y cuidar más que nunca nuestra Casa Común con proyectos de desarrollo sostenible.

Dale la vuelta es una oportunidad para todas aquellas personas que quieran comprometerse con un mundo donde nadie se quede atrás.