Partiendo de la experiencia que viven día a día las personas participantes de los proyectos de la fundación FISAT, «Realista» quiere hacer reflexionar sobre los problemas de acceso a una vivienda digna. Después de todo, el alquiler es una transacción entre personas.
A través del humor, la campaña refleja situaciones muy reales a las que se enfrentan muchas personas cuando intentan alquilar un piso.
Desde la experiencia en el acompañamiento
Lo saben bien las trabajadoras y trabajadores sociales del programa Despega de atención psicosocial, donde se ofrece una línea de acción en materia de acceso a viviendas dignas, con las personas participantes de los proyectos de FISAT. ARI: Apoyo Residencial para la Inclusión acompaña en la búsqueda de vivienda; ayuda en la tramitación de ayudas para el pago del alquiler y suministros; media con arrendadores y asesora a personas propietarias que quieren alquilar a un precio justo.
Las dificultades para acceder a una vivienda son económicas pero también de discriminación y de condiciones abusivas, fundamentadas en el miedo a sufrir perjuicios en la propiedad.
Las barreras económicas para el alquiler
La principal barrera para acceder a una vivienda en alquiler es sin duda su precio. El alquiler medio en España es de 1.072€ al mes y el salario medio de 1.048,19€. ¿Cómo se conjuga? Por eso, el principal objetivo de esta campaña es promover el alquiler de viviendas en condiciones dignas y precio asequible, acorde con los ingresos.
Las barreras de la discriminación para el alquiler
La discriminación racial es una situación habitual a la hora de alquilar una vivienda, “En el momento en el que se detecta que la persona es migrante se echan para atrás. Si llama la técnica del proyecto, es un problema porque ‘hay algo raro’ y si llama la persona es un problema porque detectan que es migrante”, explican desde Despega Valencia.
Las barreras del abuso de condiciones para el alquiler
Actualmente existen muchas prácticas abusivas e ilegales: seguros de impago, cláusulas en las que se indica por ejemplo que va a haber subida antes de la renovación del contrato; pago excesivo de suministros sin que haya facturas justificativas; subarrendamientos en los que no hay contrato.
Las personas que están en una situación administrativa no regularizada son las más expuestas a sufrir abusos por parte de arrendatarios o subarrendatarios. Una práctica muy común es que no se les permite empadronarse en la vivienda.
Otro escenario habitual es que no se cumplen condiciones de habitabilidad mínimas y existe un miedo generalizado a ejercer los derechos como persona inquilina, como solicitar reparaciones en la vivienda.
Realista es un llamamiento a la solidaridad y a la dignidad en el acceso a la vivienda. A la justicia social y a volver a colocar el acceso a la vivienda como derecho y no como un privilegio y un negocio lucrativo.
REALISTA es una campaña de sensibilización de la fundación FISAT para promover el alquiler justo en la vivienda. Un precio asequible que permita a las personas tener una vida digna. Financia @gvaigualtat #IRPF











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