Pero… ¿renovar qué? ¿Qué significa y que implica renovar en clave evangélica y en clave salesiana?
Como cristianos, estamos invitados permanentemente a la conversión, a renovarnos en espíritu, mente y corazón. En el contexto de un mundo que cambia vertiginosamente, debemos constantemente resituarnos y dar respuestas nuevas, ya que las viejas respuestas ya no atienden a los desafíos de hoy y de mañana.
¿Dónde podemos encontrar estas respuestas y estos criterios para situarnos en nuevos contextos? Sin duda, en el encuentro con Dios. Él tiene la capacidad de transformar y renovar todas las áreas de nuestra vida. Él hace nuevas todas las cosas.
Renovar, hacer nuevas las cosas en clave cristiana, es una llamada permanente a vivir de acuerdo con el Evangelio, a permitir que la Palabra de Dios transforme nuestras vidas y, a través de nosotros, la sociedad en la que vivimos. En la renovación, encontramos no solo nuestra propia realización, sino también la esperanza de un mundo más justo y fraterno, reflejo del amor y la misericordia del Creador. La renovación personal nos ofrece una vía para abordar estos desafíos desde una nueva perspectiva de fe y esperanza.
Renovar nuestras vidas según el Evangelio significa abrazar los valores del amor, la justicia y la misericordia. Significa comprometernos con la verdad, en un mundo que a menudo valora más la apariencia, el individualismo y el éxito material. Desde esta perspectiva, cada acto de amor y justicia es una semilla de renovación que contribuye a transformar la sociedad.
El Evangelio nos llama a ser sal y luz del mundo, a ser agentes de cambio positivo. Renovar la sociedad significa también escuchar y acompañar a los más vulnerables. En un mundo donde la tecnología y la globalización pueden tanto conectar como aislar, la renovación evangélica nos invita a construir puentes de diálogo y comprensión, superando las barreras del prejuicio y la indiferencia.
Los salesianos cooperadores nos proponemos trabajar esta preparación al 150 aniversario con el objetivo de renovar nuestro compromiso apostólico. Desde nuestro PVA (Proyecto de Vida Apostólica), nuestro libro de vida, siempre actual, también podemos encontrar respuestas renovadas a los contextos y retos actual, siempre desde el Evangelio y el estilo salesiano. Una nueva invitación a ser odres nuevos, rememorando los compromisos adquiridos en nuestra promesa a la luz de los nuevos tiempos.
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