Villamuriel de Cerrato tiene tres parroquias diocesanas: Santa María La Mayor en el casco antiguo del pueblo, Nuestra Señora de la Paz en el barrio de los Olmillos y Santiago Apóstol en el barrio de Calabazanos. Nuestra Iglesia de María Auxiliadora y presencia salesiana está situada en el barrio de Virgen del Milagro.

Desde hace unos años somos corresponsables y caminamos en clave sinodal en todas las propuestas pastorales que hacemos en nuestro pueblo. Teniendo en cuenta que la identidad propia de cada barrio por el contexto de sus habitantes, de la construcción del mismo o de las distancias, hace muchas veces que cueste por parte de las personas que conforman cada comunidad cristiana el abrirse a nuevos retos pastorales y el trabajo compartido.

Hace unos años creamos el “equipo permanente” de la unidad pastoral, formado por un laico de cada comunidad cristiana, junto con los dos párrocos y el director de la Obra Salesiana. Entre todos hacemos propuestas y preparamos diversas acciones pastorales de manera conjunta y coordinada.

Nos ponemos de acuerdo en las celebraciones de los tiempos fuertes, las navidades, la semana santa, el mes de mayo (mes de María bajo las dos advocaciones: la Virgen del Milagro, patrona de nuestro pueblo y la Auxiliadora, novenas conjuntas…), trabajamos conjuntamente gestos y campañas diocesanas, la operación kilo, manos unidas…. Todo con el fin de compartir nuestra vida cristiana en momentos claves del año.

El curso pasado lanzamos la Primera Semana de la Unidad Pastoral de Villamuriel de Cerrato que fue una experiencia muy bonita y enriquecedora con la participación conjunta de todas las comunidades con diversas actividades de formación sobre el sínodo, momentos de solidaridad y celebración conjunta.

La semana pasada celebramos la Segunda semana de la unidad pastoral de Villamuriel de Cerrato, con la colaboración del Ayuntamiento de Villamuriel con una alta participación de todas nuestras comunidades.

El slogan de este año: Una mesa redonda como el mundo. El cuidado de la casa común.

Hemos aprendido a tomar conciencia, con unos talleres de los Cinco Sentidos, de las situaciones de maltrato del planeta y sus habitantes, en nuestro colegio salesiano, donde el centro juvenil dinamizó cinco talleres por donde pasaron la mayoría de los niños y niñas que se preparan a la primera comunión y los grupos de confirmación de las parroquias, junto con nuestros niños y jóvenes de nuestro IEF.

Hemos comprendido mejor la importancia de la Resurrección de Jesús en la Parroquia de Santiago Apóstol a través de una charla formativa para adultos y retransmitida por los canales de la Diócesis de Palencia.

Nos hemos ido a la subida del cementerio niños, jóvenes y adultos para plantar 150 árboles.

Tuvimos en la Plaza del pueblo una Feria de Solidaridad y Comercio Justo. Nosotros presentamos el proyecto Suriya, hermanamiento de nuestro centro juvenil con el de los de Siria. Junto a tienda de comercio justo gestionado por La Salle, Moda-Re de Cáritas diocesana, el grupo de Manos Unidas de nuestro pueblo, el grupo social de Santa María La Mayor y hasta la presencia del monasterio de las madres clarisas de Calabazanos.

El domingo una única Eucaristía para todas las comunidades. Nos reunimos todos en torno a la MESA DE LA VIDA en la que se va tejiendo el futuro, en la que disfrutamos compartiendo la amistad, en la que los adultos trabajan delante de la pantalla de un ordenador mientras los más jóvenes tratan de aprender de los libros… Una mesa que sostiene una bola del mundo encendida de esperanza. Una mesa de solidaridad, de justicia, de compromiso, una mesa redonda como el mundo, que después, en la segunda parte de la celebración, fue la mesa de la fiesta.

Al terminar la celebración con unas 400 personas, pasamos a locales parroquiales para compartir la mesa donde todos los grupos participaron trayendo el pan, los embutidos, las tortillas hechas en casa, las empanadas, las bebidas… un momento de fraternidad precioso, como el famoso cuento de “La sopa de Piedra”.

Seguiremos trabajando con ilusión.

Por cierto, en la Eucaristía Jesús nos escribió una carta:

Primera Carta de Jesús de Nazaret a las Comunidades Cristianas de Villamuriel

Queridos amigos de Villamuriel:

Siento una inmensa alegría al saber que habéis vivido una semana intensa de reflexión, compromiso y celebración.

Sé que estáis experimentando con gozo la experiencia Pascual que comienza con mi Resurrección y que os recuerda la victoria de la vida sobre la muerte y la desesperanza.
En estos tiempos difíciles en los que es muy tentador replegarse en espacios privados e individualistas, donde cada uno defiende lo suyo y se desentiende del prójimo, vosotros habéis hecho vuestra esa frase que dije a mis discípulos hace más de 2000 años y que os repito a vosotros: “Remad mar adentro”. No dejéis de soñar con caminos nuevos, con nuevas rutas que acerquen al ser humano a Dios.

Es más: remad a contracorriente; no dejéis de construir Comunidad: una comunidad capaz de superar diferencias y protagonismos personales para trabajar codo con codo en la construcción de un mundo mejor; una comunidad especialmente sensible a los pobres, marginados y enfermos; una comunidad alegre que festeja la vida y el encuentro; una comunidad que este año hace suyo el cuidado del planeta.

Sabéis que nunca os dejaré solos. Contad con la fuerza del Espíritu Santo que, como aliento de vida, desciende sobre vosotros. Recibid mi cariño y mi bendición.

Palabra de Dios.

Y como alguno diría Avanti sempre Avanti.