En 1907, un sacerdote salesiano llamado Pietro Acerbis dio el primer paso de lo que es a día de hoy el SPAL. Este club de fútbol italiano, refundado hasta en tres ocasiones, hizo historia en mayo del año pasado al ascender por primera vez a la Serie A, la primera división italiana. El milagro no parece tener fin, ya que tras una temporada difícil, el equipo de la ciudad de Ferrara venció 3-1 a la Sampdoria en el último partido del curso, certificando su presencia al menos un año más en la máxima categoría italiana.
Cuando Pietro Acerbis, sacerdote salesiano y director del oratorio ferrarense Via Coperta, fundó el círculo religioso-cultural Ars et Labor, no se podría imaginar que 111 años después 16000 espectadores se congregarían en el Estadio Paolo Mazza, sede del club, para vivir una jornada histórica y celebrar la salvación. Desde su refundación en 2013, el ascenso del equipo ha sido meteórico, desde la cuarta categoría hasta la Serie A. De la mano del entrenador Leonardo Semplici, quien dirige al equipo desde 2014, el SPAL no ha parado de crecer.
La historia de este equipo se enmarca en la Italia de principios de siglo XX, cuando las obras salesianas comenzaban a proliferar por toda Italia. El círculo religioso Ars et Labor fue el origen. Un par de años después, con un nuevo director, se convirtió en el Polideportivo Ars et Labor, al que se le añadieron actividades deportivas como atletismo o ciclismo. Los colores asociados a este recién nacido club deportivo fueron el blanco y azul, propios del escudo de la Congregación Salesiana. La sección de fútbol se creó en 1912, cuando la rama deportiva se separó del oratorio y se constituyó como Sociedad Polideportiva Ars et Labor (SPAL). Al principio la sección de fútbol se conocía como Associazione Calcio Ferrara, pero tras la Primera Guerra Mundial llegó el primer partido oficial del denominado SPAL: perdieron 1-4 ante la Trestina.
Los salesianos y el deporte siempre han estado muy unidos para tratar de ofrecer a los jóvenes una alternativa de ocio formativa, entretenida, lúdica y saludable; prueba de ello es que el fútbol llegó a la ciudad de Ferrara gracias a los salesianos. El club fue creciendo poco a poco y vivió su época dorada en los años 50. El SPAL acumuló dieciséis temporadas en Serie A, con jugadores de primer nivel como Fabio Capello o Luigi Delneri, que destacaron y relanzaron su carrera gracias a su paso por el club de Ferrara. Desde 1968 el club vivió en un duro periplo por las categorías inferiores de Italia hasta el soñado ascenso el curso pasado, con dos refundaciones incluidas, la última en 2013. Este año, después de 16 jornadas en descenso, el SPAL logró la permanencia después de ganar a Hellas Verona, Benevento y Sampdoria en las últimas semanas. Los 11 goles del veterano capitán Mirco Antenucci han permitido que el sueño comenzado por el sacerdote salesiano Pietro Acerbis con los jóvenes de Ferrara siga presente en el fútbol italiano.
Aupa SPAL, en lucha por los grandes valores del deporte, símbolo de los valores de la vida. Sobre todo bajo la guía de María Auxiliadora, quien lleva al encuentro con Jesús