Campamentos, colonias y actividades que transforman
El estilo salesiano se despliega en decenas de campamentos urbanos y rurales, colonias con juegos, piscina, talleres, excursiones, y espacios de convivencia donde la educación en valores y el disfrute caminan de la mano. Niños, niñas y adolescentes participan en propuestas de tiempo libre que fortalecen su autoestima, sus vínculos, su derecho al ocio y al descanso.
Son actividades que no solo entretienen: protegen, previenen, acompañan. Están pensadas desde la realidad de cada barrio, con la implicación de equipos educativos y voluntariado joven, muchas veces antiguos participantes que ahora devuelven lo recibido con compromiso e ilusión.
También en verano, el hogar sigue siendo hogar
Los recursos residenciales —pisos de acogida, hogares de emancipación, centros de día— no cierran en verano. Siguen garantizando acompañamiento las 24 horas, con una mirada aún más comunitaria y creativa. Se organizan salidas especiales, convivencias, dinámicas grupales y actividades en la naturaleza que refuerzan el vínculo entre los y las jóvenes y sus educadores.
Porque descansar no es dejar de estar. Es estar de otra manera: más lúdica, más abierta, más ligera… pero igual de presente.
Educar también es celebrar
En este verano, las Plataformas Sociales Salesianas vuelven a demostrar que otra forma de hacer las cosas es posible. Una forma donde el ocio no es un lujo, sino un derecho. Donde cada juego puede ser una oportunidad. Donde cada encuentro puede ser una semilla.
Y así, entre excursiones, talleres, canciones, meriendas, chapuzones y abrazos, se va tejiendo algo profundo y duradero: una red de relaciones, de confianza, de comunidad. En definitiva, una propuesta de vida social que deja huella.
Porque un verano S.O.C.I.A.L. no es solo pasar el tiempo. Es compartirlo, vivirlo y recordarlo.
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