Han sido días de convivencia, reflexión y oración. Las diferentes etapas alternaban momentos de camino con dinámicas de grupo, permitiendo trabajar muchos de los objetivos educativo-pastorales del curso. «Mediante la experiencia los chicos y chicas de nuestros centros educativos, han podido entender y conocer la importancia de la ruta jacobea, gozando de la oportunidad de rezar a los pies del Apóstol Santiago y pedir por el curso que comienza. Que el santo apóstol nos ayude y proteja. ¡Buen camino!», afirman los responsables de la experiencia.
Las convivencias terminaron con la Eucaristía de envío, recordando a todos los participantes los valores del Camino: ayuda para quien camina a mi lado, esfuerzo ante los retos y confianza en las capacidades de uno mismo, todos ellos entendidos como valores para la vida.
0 comentarios