«Estoy convencido de que todos los jóvenes que están en Lisboa sienten en su corazón que algo hermoso y bueno está a punto de suceder en sus vidas». Así se expresó don Ángel Fernández Artime, Rector Mayor de los Salesianos, a quien el Papa creará cardenal en el consistorio del próximo 30 de septiembre, en el inicio de una jornada que quedará para el recuerdo.
Aprovechando la participación, en la JMJ, de miles de jóvenes de casas de salesianos y salesianas de todo el mundo, se organiza un día de encuentro que tiene dos grandes momentos. Por la mañana se celebró el Forum del MJS, en Salesianos Lisboa, donde un centenar de jóvenes, representantes de todos los continentes, reflexionaron sobre los temas centrales propuestos por el Papa para esta JMJ y dialogaron con don Ángel Fernández Artime y de la Madre Chiara Cazzuola, Superiora General de las Salesianas.
El otro momento, más multitudinario y festivo, llenó la tarde del 2 de agosto en Salesianos Estoril. Hasta allí se desplazaron los cerca de 9.000 jóvenes de centros de salesianos y salesianas, provenientes de 78 países, que están acogidos en diferentes colegios, parroquias, casas de Lisboa y alrededores.
Salesianos de Estoril se transformó en un gran Oratorio, con actividades caracterizadas por la alegría y la fraternidad, con música y animación, mientras se escuchaban cantos de los jóvenes en multitud de idiomas, muestra de la universalidad del mensaje y del carisma salesiano.
De la fiesta al silencio de la adoración
Al final de la tarde, en la celebración de apertura, los Salesianos de Estoril presentaron un espectáculo de danza y música sobre el sueño de nueve años escenificado de forma original y sencilla. Tras la cena, servida ordenadamente por decenas de voluntarios, los jóvenes ocuparon rápidamente su lugar en el patio para seguir la Vigilia de oración, que partió del sueño de las dos columnas de San Juan Bosco: La Virgen y la Eucaristía. Fue un momento intenso de oración, especialmente durante la adoración eucarística, cuando los jóvenes totalmente en silencio rezaron ante Jesús. Además, los jóvenes rezaron por la paz en el mundo, por la unidad de la Iglesia, por la evangelización de otros jóvenes, por la construcción de un mundo mejor, por la salvación de todos.
Ya bien entrada la noche, la Vigilia concluyó con la tradicional «Buenas noches» a cargo de la Madre General y del Rector Mayor. Sor Chiara Cazzuola, comenzó agradeciendo la oportunidad de estar presentes. «Queridos jóvenes, os agradezco esta oportunidad de dirigirme a vosotros al final de esta hermosa e intensa jornada en la que hemos vivido muchos momentos de gran experiencia que nos han hecho más cercanos y fuertes en la fe», dijo.
Destacando la figura de María, que en esta Jornada Mundial de la Juventud sirve de «modelo» para todos los jóvenes, la Madre General subrayó la disponibilidad de la madre de Jesús para «ir a servir a los que necesitan su ayuda», demostrando a todos que el impulso misionero [de María] debe «animar todas nuestras acciones».
Sor Chiara destacó el papel de la mamá de Don Bosco en su vida y de la presencia de María, que “en el sueño de los nueve años, la «buena pastora» se convierte en el modelo, en el punto de referencia de su acción entre sus compañeros. Incluso en el doloroso camino del oratorio, María está presente como signo de esperanza y es presencia activa en medio de los jóvenes», subrayó la Madre General de las FMA.
“Jesús nunca os defraudará”
Después, el Rector Mayor de los Salesianos, comenzó su intervención destacando la «gran alegría» de encontrarse con todos los jóvenes. Haciendo hincapié en que peregrinar es muy diferente a ir de vacaciones, el Rector Mayor explicó que «peregrinar es muy diferente a ir de vacaciones. Y vosotros, queridos jóvenes, estáis hoy aquí como peregrinos, siempre en busca del Señor Jesús, ciertamente en búsqueda, y respondiendo de manera juvenil y salesiana a la invitación que nos ha hecho el Papa Francisco».
Asegurando que ningún joven se sentirá defraudado con esta experiencia del SYM, el Rector Mayor aseguró que al final de estos días todos sentirán que «todo valió la pena».
«Os puedo asegurar, queridos jóvenes, que no os vais a sentir defraudados con esta experiencia de JMJ; os puedo asegurar que sentiréis, cuando nos despidamos al final de estos días, y después aún más intensamente, que todo ha merecido la pena y que, en cierto modo, ya no sois los mismos de antes, porque llevaréis tanto en la memoria de vuestro corazón; Os puedo asegurar que, como María, todo lo que hagáis para vivir como jóvenes discípulos y misioneros cristianos -a veces en búsqueda y sin todas las certezas, como ya os he dicho- os llenará de felicidad; estoy seguro de que durante el resto de vuestras vidas recordaréis lo vivido en la JMJ, y os puedo asegurar, como decía Don Bosco a sus muchachos, que Jesús nunca os defraudará, al contrario», subrayó.
Al final de su intervención, don Ángel Fernández Artime utilizó las palabras de Don Bosco: «Quiero que seáis felices aquí» y, antes de terminar, lanzó un reto a todos: «queridos chicos y chicas: soñad algo hermoso y auténtico para vuestras vidas partiendo de Dios, dad los pasos cada día para hacerlo realidad, y contagiad a muchos otros».
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