María , Mujer del Sínodo
SINODALIDAD
Cuando Francisco repite que “la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio” nos llama a entenderla no como los de la sociedad, del mundo civil – democra- tización, cuotas u ordenación de mujeres, ritos, estrategias o reformas – necesarias, sí, pero no esenciales, para una Iglesia sinodal.
El centro de la sinodalidad es “quién parti- cipa”, “quién realiza el discernimiento del ca- mino”. ¿Sólo los pastores o todo el “pueblo de Dios”?
Vivir la sinodalidad nos ayudará a recuperar el sentido de la Iglesia como “pueblo” que se pregunta no tanto “qué” es, sino ”quién” es, que se refleja en María, acompañante de la Iglesia naciente, como mujer, esposa, madre y discí- pula. ¡Ella nos acompañará a lo largo del mes!
FLOR: Recuerda y da gracias por quienes decidieron – padres, familiares, padrinos – bautizarte. ¡Gracias a ellos formas parte de la Iglesia sinodal!
Tiempo interior
Dedica un tiempo de reflexión al comentario del Evangelio
RETO MARIANO
Colocar un mapa de España o bien del mundo entero en nuestro altar a María Auxiliadora doméstico y rezar a nuestra Madre por todas las personas que vivimos en España y en el mundo para que cuide de todos y nos ayude a superar esta situación extraordinaria.