¡”No tienen vino”, una oración eficaz!
Rezando con la Iglesia naciente, María se convierte en Madre de la Iglesia, acompaña a los discípulos en los primeros pasos de una Iglesia en oración, esperando al Espíritu Santo. En silencio, siempre en silencio. La oración de María es silenciosa.
El Evangelio nos cuenta solamente una oración de María en Caná cuando pide a su Hijo, algo para esa pobre gente, que va a quedar mal en la fiesta. ¡Una fiesta de boda y terminarla con leche porque no había vino…! ¡Eso es quedar mal!
Y Ella, reza y pide al Hijo que resuelva el problema. Su presencia ya es oración entre, con y por los discípulos en el Cenáculo, dando a luz a la Iglesia.
LA PREGUNTA: Mi presencia y relación con las personas ¿se parece a la de María, atenta a las necesidades de los demás? ¿me hace fuente de vida?
RETO MARIANO
Colocar un retrato del Papa Francisco (donde se vea alegre y sonriente) y exponerlo junto a la Auxiliadora para que todos lo vean. Hoy se trata de saludarnos esbozando una sonrisa durante todo el día. El Papa nos invita a vivir la alegría y nosotros de esta manera construimos Iglesia y comunión.