DÍA 13 – Narciso

CON FLORES A MARÍA

En su origen, mediterráneo y de algunas regiones de Asia, con sus pétalos luminosos y corazón vibrante, es una de las primeras flores en anunciar la llegada de la primavera.

En la mitología, esta flor estaba asociada con la transformación y el renacer como símbolo de nueva vida y de resurrección. Su floración tras el invierno nos recuerda que, la luz siempre vence a la oscuridad.

Una imagen poderosa de esperanza cristiana y una invitación a confiar en la promesa de vida eterna y renovación del espíritu.

María, testigo con los discípulos de la Resurrección, nos invita a vivir en esperanza, camina a nuestro lado en momentos de dificultad y nos recuerda que, en nuestros inviernos personales, la vida en Cristo siempre florece porque la luz del amor de Dios es siempre más fuerte que la oscuridad de la muerte.

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