Un corazón abierto a la Palabra
María, por su parte, “guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón”.
Algunos han comparado el corazón de María con una perla de esplendor incomparable, formada y suavizada por la paciente acogida de la voluntad de Dios a través de los misterios de Jesús meditados en la oración.
¡Qué bonito si nosotros también podemos parecernos un poco a nuestra Madre!
Con el corazón abierto a la Palabra de Dios, con el corazón silencioso, con el corazón obediente, con el corazón que sabe recibir la Palabra de Dios y la deja crecer como una semilla del bien de la Iglesia.
LA PREGUNTA: ¿Qué presencia tiene en mi vida la Palabra de Dios, la lectura de la Biblia? ¿Forman parte de los tesoros que guardo en mi corazón?
Tiempo interior
Dedica un tiempo de reflexión al comentario del Evangelio
RETO MARIANO
Junto a la imagen de María Auxiliadora hoy vamos a colocar fotos de nuestra familia, de nuestros seres queridos, aquellos vivos y también los difuntos. Hoy queremos rezar por toda la familia, los que viven cerca y lejos, los que están y los que estuvieron.