María, Madre de Unidad
La Iglesia es mujer y madre, y en Ella encuen- tra sus rasgos distintivos: Inmaculada, y llama- da a decir “no” al pecado, fecunda al anunciar al Señor de la vida y madre que acoge a cada persona como hijo. Cerca de María, la Iglesia se encuentra a sí misma, encuentra su centro, su unidad.
En cambio, el enemigo, el diablo, trata de dividirla, resaltando las diferencias, las ideologías, los pensamientos partidistas o los bandos. Mal asunto.
Podemos mirar a la Iglesia centrándonos en los programas, estructuras, tareas, tendencias, ideologías etc. Veremos algo, pero no el corazón de la Iglesia que es un corazón de madre.
Hoy, nosotros, sus hijos, invocamos a la Madre de Dios, que nos reúne como pueblo creyente.
FLOR: Damos gracias por la Iglesia, por cuantos buscan y viven la verdad, o son perseguidos por ello.