El triunfo de la fe
María, la madre que cuidó a Jesús, ahora cuida con afecto y dolor materno este mundo herido. Así como lloró con el corazón traspasado la muerte de Jesús, ahora se compadece del sufrimiento de los pobres crucificados y de las criaturas de este mundo arrasadas por el poder humano.
Ella vive con Jesús, queda completamente transfigurada y todas las criaturas cantan su belleza.
Es la Mujer «vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza». Elevada al cielo, es Madre y Reina de todo lo creado. En su cuerpo glorificado, junto con Cristo resucitado, parte de la creación alcanzó toda la plenitud de su hermosura.
LA PREGUNTA: Una llamada a vivir la fe con esperanza. ¿Incluso en este mundo que no nos gusta tanto? A veces ¿me vence la duda o el miedo? Ella no nos deja solos.