DÍA 23 – Hibisco
CON FLORES A MARÍA
Esta flor, típica de ambientes cálidos en regiones tropicales y subtropicales es conocida por sus flores grandes y vistosas.
Su naturaleza es símbolo de la fragilidad en la vida pero su intensa belleza nos invita a aprovechar y dar valor a cada instante.
Sus pétalos abiertos y brillantes nos recuerdan que la verdadera hermosura y la belleza, lejos de la apariencia exterior de cada persona, hunden sus raíces en lo más profundo del amor y la generosidad, reflejos de la luz de Dios en cada acción.
La duda y la pequeñez de una esclava como María, ilumina la presencia y la vida de una Iglesia en la periferia y abierta a los pobres que proyecta su amor maternal.
Nos anima a cultivar la belleza del corazón, a vivir con alegría y a compartir la Buena Noticia del Evangelio en y para el mundo.