¡Mañana, la fiesta!
En la víspera de su fiesta, como “auxiliadora” recordamos a María en momentos de aridez, ocultamiento y, en cierto modo, de “noche de la fe”
– sumida en la incertidumbre de su embarazo,
– preocupada ante la pérdida del hijo en Jerusalén,
– sorprendida en Caná ante el “Mujer, ¿qué nos interesa esto a ti y a Mí?” de Jesús,
– afrontando la duda sobre su pérdida de juicio,
– viendo a su hijo insultado, postergado frente a Barrabás, tratado como un malhechor,
– asumiendo una nueva maternidad junto a la Cruz,
– sosteniendo el desánimo y la esperanza de los apóstoles hasta Pentecostés …
LA PREGUNTA: Cuando nos quejamos tanto de la sociedad actual, ¿cómo puedo prepararme a vivir la fiesta de mañana desde la esperanza? ¡Un modo de entender su cariño de Madre!