Las prisas de María
María, joven de Nazaret, sale aprisa en ayuda de su prima. Ha recibido dones extraordinarios del Señor y no puede dejar de compartirlos, de hacer rebosar la inmensa gracia que ha recibido. Es la prisa de quienes ponen las necesidades de los demás por encima de las suyas.
María es ejemplo de la joven que no pierde el tiempo buscando la atención o la aprobación de los demás. No depende de los “me gusta” de su entorno y busca la conexión que surge del encuentro, del compartir, del amor y del servicio.
En su ruta en ayuda de su prima, María, llega hasta nosotros. Sabe que necesitamos su ayuda.
Como Ella, nuestro caminar, habitado por Dios, nos lleva a otros hermanos y hermanas. ¡Aprisa!
FLOR: Revisa tus prisas, intereses y preocupaciones. Pide generosidad para compartir caminos y horizontes.
EMOCIONES MARIANAS
María y la empatía: Vamos a escribir, en papeles distintos, el nombre de las mujeres que, junto con María, acompañaron a Jesús a lo largo de su vida. Mete todos los papeles en una cajita y ahora cada miembro de la familia elige uno al azar. Tendréis que dibujar a ese personaje y poner una pequeña descripción de ella y 5 características que le unían afectivamente a María.
Podéis repetir este ejercicio, hasta que todos hayáis escrito algo de cada personaje.
Canta a María
Tiempo interior
Dedica un tiempo de reflexión al comentario del Evangelio