María, Virgen de la Sinodalidad

María, mujer concreta, luchadora y compro- metida en transformar situaciones de muerte en oportunidades de vida es mujer de convicciones profundas y compromisos eficaces. Participa en una historia familiar, forja la figura de un hombre llamado Jesús y comparte en familia su experiencia del Dios Abbá.

María, como tantas mujeres a lo largo de la historia, resiste con fe los avatares de la vida. En un mundo esencialmente varonil, supera el qué dirán o las rutinas de siempre y deja hacer a Dios en su vida.

María, es la mujer que acompaña a Jesús hasta el final, la rebelde de su tiempo que hoy, madre de la iglesia sinodal, construye puentes, derriba muros, y es signo vivo de comunión, participación y misión.

FLOR: Al final del mes un buen regalo será el esfuerzo de crecer en “comunión, participación o misión” como compromiso de creyente en la Iglesia sinodal.

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