María, mujer del Sínodo
Acaba el mes: “Oración por el Sínodo”
María, Madre y modelo de la Iglesia. Virgen oyente, orante, fecunda, oferente, vigilante, esposa, madre y reina. Con un corazón inmaculado, aceptaste la Palabra, la concebiste en tu seno y, al darla a luz, preparaste el nacimiento de la Iglesia.
Junto a la cruz, aceptaste el testamento del amor divino, tomaste como hijos a toda la humanidad nacida a la vida sobrenatural por la muerte de Cristo. Eres modelo de la Iglesia suplicante y, ya en el cielo, acompañas con amor materno a la Iglesia peregrina y proteges nuestros pasos hasta la venida gloriosa del Señor.
Hoy te encomendamos la celebración y el fruto de nuestro Sínodo para que la Iglesia, a impulsos del Espíritu, crezca en comunión, en participación y en espíritu de misión. No nos abandones. Que siempre hagamos lo que Él nos diga. Que el Espíritu, que fecundó tus entrañas por la escucha y obediencia de la fe, siga renovando y rejuveneciendo la Iglesia por caminos de comunión y de unidad. Amén.