María, oración joven
La Virgen rezaba. Cuando el mundo todavía la ignora, cuando es una sencilla joven pro- metida con un hombre de la casa de David, María reza.
Imaginemos a la joven de Nazaret recogida en silencio, en continuo diálogo con Dios, que pronto le encomendaría su misión. Está ya llena de gracia e inmaculada desde la concepción, pero aun no sabe nada de su sorprendente y extraordinaria vocación y del mar tempestuoso que tendrá que navegar.
Algo es seguro: María pertenece al gran grupo de los humildes de corazón aunque no aparezca en los libros de los historiadores oficiales.
LA PREGUNTA: ¿Me atrevo a tener la humildad suficiente para decir si a lo que Dios me dice?
RETO MARIANO
Hoy vamos a colocar la imagen de la Auxiliadora de espalda y cada vez que pasemos vamos a recordar las veces que nos hemos olvidado de la Virgen, aquellas ocasiones en las que “hemos pasado” de la Virgen porque teníamos prisa, o muchas cosas que hacer, o me he olvidado de rezarle. Y cada vez que pasemos le rezamos: “Madre Auxiliadora, perdóname y ayúdame a quererte cada día más”