Es un auténtico privilegio, al comienzo de un Capítulo General, disponer de tres jornadas de espiritualidad en los lugares santos salesianos.
Colocándonos a la escucha del Espíritu en sitios donde nació y se desarrolló el carisma salesiano. Rossano Sala ha abierto la primera de las jornadas con una reflexión sobre el primer núcleo temático del CG28: “La prioridad de la misión salesiana entre los jóvenes de hoy.
No hemos venido a Valdocco a producir un documento, ni a realizar marketing pastoral, ni siquiera a programar un sexenio y a elegir a las personas que animarán y gobernarán la Congregación. Hemos venido a escuchar al Espíritu y esa es nuestra tarea principal.
Para ayudar a esa escucha Rossano Sala nos ha ofrecido tres pasajes evangélicos en los que aparecen encuentros de Jesús que son inspirados para nuestro camino espiritual.
- El primero es el encuentro con el hijo muerto de la viuda. (Lc 7, 11-17). El papa Francisco, en el n. 20 de la exhortación apostólica postsinodal Christus vivit, dirigiéndose a los jóvenes, ha afirmado: «Si has perdido el vigor interior, los sueños, el entusiasmo, la esperanza y la generosidad, ante ti se presenta Jesús como se presentó ante el hijo muerto de la viuda, y con toda su potencia de Resucitado el Señor te exhorta: «Joven, a ti te digo, ¡levántate!» (Lc 7,14). Este pasaje nos invita a los salesianos a imitar la compasión y la escucha empática de Jesús. Estamos llamados a dar más a quién tiene menos.
- El segundo es el episodio del epiléptico endemoniado (Mc 9,14-29). Un fragmento muy comentado en la asamblea sinodal para expresar la libertad interior de Jesús y la autenticidad de su autoridad. La forma de actuar de Jesús expresa una autoridad que libera sin encadenar a los jóvenes a nosotros. Una forma de actuar que previene de cualquier forma de abuso. Así lo expresa el número 71 del Documento final del sínodo: “En el hecho de la curación del epiléptico endemoniado que evoca tantas formas de alienación de los jóvenes de hoy, queda claro que Jesús no le estrecha la mano para quitarle la libertad sino para activarla, para liberarla. Jesús ejerce plenamente su autoridad, sin ser posesivo, ni ejercer manipulación ni seducción: lo único que quiere es que el joven crezca”.
- El tercero es el relato de Emaús, (Lc 24,13-35), texto central en la asamblea sinodal y paradigmático para comprender la misión eclesial. Jesús camina con los discípulos que no han comprendido con una escucha empática, entiende los sentimientos de ellos, se abre a sus preguntas, facilita una relación de proximidad y con afecto y energía ofrece las claves de lectura de la vida sin miedo de hablar de la cruz… y al fin, Jesús, como verdadero educador desaparece de su vista para que sean ellos los que sigan el camino. Meditar sobre las actitudes y el comportamiento de Jesús nos ayudará a discernir sobre nuestro modo de caminar como salesianos con los jóvenes.
- El cuarto pasaje evangélico, por último, es el del joven rico (Mc 10,17-22). Este texto tan comentado en el camino sinodal, refleja el amor de Jesús que no quiere siervos. La «pastoral juvenil» de Jesús es inmediatamente concebida y actuada en una clave vocacional y orientada al don total de sí mismo: al joven rico Jesús le propone pasar de la lógica del tener a la del ser; pasar de la lógica cerrada y cómoda del proyecto a la lógica abierta y arriesgada de la vocación, de la lógica de guardar para sí mismo a la de dar generosamente.
El papa Francisco invita a cada joven a vivir un “éxtasis de la vida” que consiste en salir de sí mismo y cada comunidad cristiana debe dejarse reformar por este éxtasis que pertenece a nuestra tradición salesiana y a la vivencia de D.Bosco: «Yo por vosotros estudio, yo por vosotros trabajo, yo por vosotros vivo, por vosotros estoy dispuesto incluso a dar mi vida».
Rossano Sala ha completado su exposición con tres momentos significativos de la vida de D.Bosco, recogidos en las Memorias del Oratorio y que reflejan sus elecciones vocacionales que deben seguir iluminando las nuestras.
- El primero es la experiencia vivida por el joven sacerdote entre los jóvenes de la cárcel donde nace en él la primera idea de Oratorio. En la reflexión en el Convicto eclesiástico, D.Bosco ha aprendido a ser sacerdote con la figura de D.Cafasso como guía. En la cárcel conoce en contacto con la realidad, hasta qué punto puede ser grande la maldad del hombre, se conmueve como Jesús, e inicia un proceso en el que estudia, no improvisa, reflexiona, discierne las soluciones, busca con paciencia, se confronta con un guía espiritual y pone todo su empeño en las manos de Dios. Este es el método con el que nació en D.Bosco la primera idea del Oratorio como respuesta a las necesidades de los jóvenes y que debería iluminar nuestra forma de actuar.
- El segundo es el sueño de la pastorcilla o de las tres paradas que intensifica el de los nueve años y que para D.Bosco se convirtió en un programa de vida que fue entendiendo poco a poco: Que las bestias se conviertan en corderos, que los corderos se conviertan en pastores bajo la guía de la obediencia a María sin la cual los salesianos no somos nada.
- El tercero, por último es el diálogo con la Marquesa de Barolo y la promesa de D.Bosco de dar su vida por los jóvenes. Ante las intenciones sinceras de la marquesa y con todas las razones en contra suya, su respuesta largamente meditada es una consagración a los jóvenes. Nada ha podido realmente desviar a Don Bosco de su vocación recibida: «Tengo prometido a Dios que incluso mi último aliento será para mis pobres jóvenes» Esto es lo que Don Bosco prometió e hizo; esto debería sucederle también a cada hijo digno de un tan gran padre”.
La reflexión recibida se ha asentado en un prolongado tiempo de reflexión y de oración, pudiendo disponer de espacios que hablan al corazón como la capilla Pinardi, la iglesia de San Francisco de Sales, la basílica de María Auxiliadora, la cripta donde reposan los Rectores Mayores que ha sucedido a D.Bosco. La primera jornada de espiritualidad ha sido inspiradora para rezar con el primer núcleo propuesto para este Capítulo General que nos habla de la prioridad de la misión entre los jóvenes de hoy.
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