Las precipitaciones que llegaron al sudeste de España acompañadas de fuertes vientos y tornados fueron provocadas por un fenómeno meteorológico conocido como Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que ha afectado a una amplia zona del territorio español. Todo comenzó el pasado martes 29 de octubre donde las lluvias torrenciales produjeron el desbordamiento de ríos y barrancos y una serie de inundaciones que fueron especialmente catastróficas en la provincia de Valencia. Más de 200 personas murieron, aunque la cifra oficial sigue ascendiendo, y decenas permanecen desaparecidas por las graves inundaciones que afectaron principalmente a esta región.
“Con el corazón encogido por lo que en estos días está sucediendo en Valencia, os escribo para informar, en medio de tantos mensajes y consignas que llegan por tantos medios y redes sociales, sobre la situación de nuestras presencias salesianas en aquella zona. Desde las inspectorías de nuestra Región Mediterránea, y también desde otras de Europa, han preguntado por nuestra situación y en la distancia nos recuerdan en la oración”, compartía Fernando Miranda, Provincial de Salesianos María Auxiliadora, en un comunicado agradeciendo la cercanía y preocupación sobre los hechos ocurridos.
“A lo largo de estos días he estado en contacto con los directores de las casas de Valencia. Estructuralmente no han sufrido ningún daño, puesto que San Antonio Abad está al norte de la ciudad, y San Juan Bosco, que está en la zona sur de la ciudad, gracias al gran cauce nuevo del río Turia, tampoco se ha visto afectada. Ambas casas, con todos sus ambientes, se han volcado en solidaridad para ayudar, como voluntarios, a cargar y descargar camiones con diversas ayudas e incluso participando en la “riadas solidarias” que han llevado a miles de personas a las zonas afectadas para ayudar voluntariamente. Además, la labor de acogida, escucha y cercanía con familias que han perdido a personas cercanas o el negocio que era su medio de vida. Ambos directores destacaban la sensación de tristeza generalizada, de pérdida y de dolor que de tantas formas diferentes se manifiesta”, explicaba.
Las casas salesianas de Valencia se vieron obligadas, por petición del ayuntamiento, a suspender las clases para evitar la movilidad de la población y facilitar las labores de rescate. Desde el día 31 se encuentran en contacto con el comité de Emergencia de Cáritas Valencia “para coordinar las distintas respuestas según las necesidades”, como explica Mercedes Ayza, coordinadora de Pastoral de Salesianos San Antonio Abad de Valencia. Por su parte, desde San Juan Bosco explica el delegado de comunicación, Rafael Gomar, que han estado todo el fin de semana recogiendo alimentos, llenando furgonetas y enviándolas a las zonas damnificadas. Además, por petición de la Conselleria de Educación los colegios acogerán a alumnos de las zonas más afectadas por la DANA de forma temporal, en cuanto se reanuden las actividades educativas.
“También he hablado con el director de la casa de Godelleta, que está en una de las zonas afectadas. Más allá del agua que entró en un primer momento y la caída de algunos árboles, no ha sufrido mayores desperfectos. No muy lejos, sí que algunas zonas y viviendas, han sido afectadas por la crecida brusca de algunos barrancos. La tormenta sorprendió en Godelleta a un grupo de jóvenes de FISAT que con sus educadores, estaban allí. Tuvieron que quedarse en la casa hasta que pudieron volver a Valencia al día siguiente, pero no sufrieron ningún daño. Es más, gracias a su ayuda se pudo achicar con mayor rapidez el agua que entró en la parte baja de la casa”, explicaba insistiendo que ninguna de las casas de las provincias de Cádiz y Castellón, donde también llovió con fuerza llegando a estar en alerta roja, han sufrido daños. Tampoco en Cataluña tras los avisos de las últimas horas.
Sobre las numerosas iniciativas que se han desarrollado en las últimas horas destaca el protagonismo juvenil y su preocupación por sumar en este contexto tan complejo. Desde la Federación de Centros Juveniles de la Comunidad Valencia están gestionando las labores de las personas voluntarias de las presencias salesianas, junto con el Consell Valencià de la Joventut, para actuar de manera coordinada con los ayuntamientos afectados. También desde la Fundación FISAT, que gestiona los proyectos sociales de los salesianos en la Comunidad Valenciana, convocó a sus voluntarios para colaborar con las labores de limpieza. El sábado 2 de noviembre acudieron junto a miles de personas a la Ciudad de las Artes y las Ciencias para ser distribuidos entre las distintas zonas afectadas.
Las muestras de solidaridad desde todos los puntos de España están siendo numerosas. A pocos kilómetros, desde presencias como Burriana, Alicante o Elche, o a miles de ellos, desde ciudades y casas como Úbeda, Linares, Rota, Cádiz, Málaga, Villamuriel de Cerrato, Pamplona, Guadalajara, Barakaldo, Alcalá de Henares, Puertollano, o Ciudad Real, entre otras, donde se han realizado acciones en favor de los damnificados. Desde la recogida de alimentos, material de limpieza, agua embotellada, sacos de dormir o productos de higiene personal, hasta el pienso para mascotas y otras necesidades. También iniciativas como la venta de dulces o chupachups solidarios o la colecta a través de diferentes eventos que han centrado su recaudación en este fin.
“Ahora toca seguir ayudando tal y como lo estamos haciendo. Tal y como lo hemos hecho en otras ocasiones donde la desgracia se ha cebado con las personas. En primer lugar, no olvidándonos de los que allí sufren, colaborando en la recogida y el envío de materiales de primera necesidad: alimentos, ropa, zapatos… siempre en diálogo con entidades que puedan orientar sobre el tipo de ayuda más urgente y que sean cauces fiables para que las ayudas lleguen. En la parte económica, siendo la manera más eficaz para garantizar la ayuda directa en el terreno, recomendamos canalizar a través de entidades, preferencialmente, con Cáritas. Como en tantos otros lugares, la solidaridad es una carrera de fondo que planta cara al olvido, a la normalidad y a la rutina que acaban por borrar de nuestra memoria lo que pasa lejos de nosotros”, añadía Fernando Miranda en su mensaje agradeciendo la coordinación llevada a cabo en estas primeras horas decisivas.
Cabe destacar el compromiso de las presencias salesianas, unidas en la solidaridad y en la oración. También se tuvo un recuerdo especial al inicio del Congreso de Centros Juveniles que se celebró el pasado fin de semana en El Campello, y tuvieron un gesto que titularon ‘Un aliento por todos los afectados’. Entre los mensajes de apoyo se puede leer: “Fuerza y fe, todo se va a reconstruir con ladrillos de amor”.
“En medio de tanto dolor, está brillando con fuerza la presencia de muchísimas personas que se lanzan a ayudar de muchas formas diferentes. Muchas de estas personas son jóvenes, incluso familias enteras que no saben estar impasibles y que se dejan afectar por lo que pasa. La esperanza sigue latiendo y cada vez con más fuerza, incluso en medio de tanto dolor. Dios no se olvida de su pueblo que sufre y llora”, concluía Fernando Miranda en su comunicación.
Unidos en la oración
El papa Francisco se sumó a las numerosas muestras de solidaridad y apoyo a los afectados por la DANA en España, en la que es una de las catástrofes climáticas más devastadoras de la historia reciente, causando cientos de muertes y numerosos desaparecidos. En un mensaje de vídeo, el Sumo Pontífice ha querido mostrar cercanía a los damnificados. También desde las presencias salesianas se ha transmitido el apoyo, la solidaridad con diferentes iniciativas y la preocupación por todos los afectados.
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