En la mañana del 7 de junio realizó su primera profesión como Salesiano de Don Bosco (SDB) Miguel Linde, natural de Torredonjimeno (Jaén) y perteneciente a la inspectoría de Salesianos María Auxiliadora que comenzó su noviciado en El Colle Don Bosco en septiembre de 2023.
La celebración tuvo lugar en el Colegio Mayor San Juan Bosco, estuvo presidida por el Provincial, Fernando Miranda, además de contar con la concelebración de Miguel Ángel Álvarez Paulino, director de la obra universitaria en la que se formó el joven salesiano, y de Miguel Canino, director de la casa salesiana de la Trinidad en la que brotó su compromiso pastoral, junto a diferentes salesianos que quisieron arroparle en este decisivo momento
«Hoy Miguel ha hecho su primera profesión como salesiano. Una alegría compartir este momento y comprobar que detrás del misterio de una llamada sigue habiendo la generosidad de una respuesta», expresaba el inspector salesiano durante la homilía. «Dios sigue saliendo a tu encuentro para ayudarte a seguir leyendo tu historia. Jesús Resucitado, acompañante de camino y magnífico pedagogo, en ese camino de Emaús también está el que se arrodilla en la última cena y se pone al servicio de todos. Un hecho para que comprendas que toda vida humana, también la tuya, donde te propone que muchos jóvenes puedan descubrirle en ti», expresaba sobre un camino con rosas y espinas, como decía Don Bosco, en el que merece la pena salir a su encuentro. «Llevemos la alegría del Evangelio a nuestro entorno. Hoy el Señor te invita a seguir caminando confiando siempre en Él».
Junto a Miguel, que contó con el abrazo cercano de don Enrico Ponte, responsable del Noviciado, también estaban sus familiares y amigos que le han acompañado en su camino hasta aquí y no quisieron faltar en esta celebración íntima que simboliza el compromiso para ser fiel a la llamada recibida por Dios y el camino junto a sus hermanos salesianos y a los jóvenes que Dios le ponga en su vida. Una comunidad que fue testigo del ‘sí’ sin condiciones, libre y generoso, del joven.
«Quiero dar gracias a Dios por el regalo de la vida», expresaba Miguel recordando el papel de su familia, sus amigos y de la Congregación. «En cuerpo y alma me ofrezco a ti. Le pido a la Virgen que esta frase se pronuncie siempre con el corazón, me acoja bajo su manto y me ayude a la entrega fiel a los jóvenes, especialmente los más pobres».
Para el nuevo salesiano, la profesión religiosa es responder a la llamada que Jesús le pide «ser todo suyo y seguirlo de un modo radical. Responder a su amor». El noviciado ha sido una etapa intensa y bonita en la que ha podido conocerse más profundamente y madurar tanto humana como espiritualmente para poder responder a la llamada del Señor en el carisma salesiano.
A partir de ahora sigue su camino formativo y vocacional.
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