Y tú más…

25 junio 2025

Si paseas un momento por cualquier patio de nuestros colegios o centros juveniles puedes escuchar muchas veces: “Y TU MÁS…” No resulta complicado pensar en unos niños discutiendo o hasta una pareja llena de reproches o a dos políticos en el congreso de los diputados. En cualquier ámbito, esta frase es una reacción defensiva que acusa al otro para eludir la propia responsabilidad respecto a algo.

En el panorama político actual se ha vuelto tan frecuente esta estrategia que no es posible ver un debate parlamentario o televisivo en el que no aparezca un Y tú más….

Aunque es una estrategia bastante infantil, es cierto que deja al oponente desarmado la mayoría de las veces, pues el que más o el que menos ha tenido algún comportamiento o actitud errónea o mejorable. Y entrar en un juego de acusaciones cruzadas no lleva a ningún lugar.

Nuestro Congreso de los Diputados y muchas instituciones utilizan este término pensando que nosotros como ciudadanos somos tontos. Estos días he acudido en representación del colegio a diversos actos con un trasfondo político tanto del PP como del PSOE. Y los dos acababan siempre “Y tu más…”. Realmente insoportable.

La táctica de y tú más funciona como cortina de humo que destruye cualquier posibilidad de comunicación e impide solucionar el conflicto de base. Lo triste es que se haya extendido a todas las capas de la sociedad, empezando por la política. Si habla usted de la memoria histórica, le saldrán hablando de Paracuellos o de Stalin, como dando por hecho que condenar los crímenes del fascismo significa legitimar los comunistas. Si se escandaliza con la trama Gürtel, le hablarán del caso Faisán, como si usted misma hubiera enviado cartas de extorsión. Nadie quiere llegar a un acuerdo o a una solución negociada, todo el mundo se empeña en radicalizar el conflicto. Cada partido culpa al otro de ser el responsable de la crisis (“Tú eres un mentiroso y un corrupto”. “Y tú, más”), y nadie propone medidas comunes y consensuadas para arreglar el desbarajuste. Y todo funciona así: en los programas sensacionalistas de televisión, en los debates políticos, en las redes sociales… Vivimos en un gran patio de colegio.

En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos. Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo: ¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo? Espera un minuto -replicó Sócrates-. Antes de decirme nada quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro. ¿Triple filtro? Correcto -continuó Sócrates-. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir, es por eso que lo llamo el examen del triple filtro. El primer filtro es la verdad ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto? No -dijo el hombre-, realmente solo escuché sobre eso y… Está bien -dijo Sócrates-. Entonces realmente no sabes si es cierto o no. El segundo filtro, el filtro de la bondad ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo? No, por el contrario… Entonces, deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto. El tercer filtro de la utilidad ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo? No, la verdad es que no. Bien -concluyó Sócrates-, si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, e incluso no es útil ¿para qué querría saberlo?

La única pregunta que debemos hacernos es si queremos crecer y evolucionar o si pretendemos vivir aferrados siempre a los mismos patrones. Porque si lo que queremos es crecer, sobra … y tú más.

Tenemos que PREDICAR CON EL EJEMPLO. ¿Con qué autoridad moral te acuso de algo que yo mismo hago? ¿Con qué autoridad moral me reclamas algo que tú no estás cumpliendo?

Veamos a un padre diciéndole a su hijo que no grite… a gritos. Una madre dándole un cachete a su hija porque ha pegado a su hermana…
Si quieres ser un buen educador no enseñes lo que sabes, enseña lo que eres. Tus hijos, tus alumnos, tus chicos del centro juvenil y de la plataforma social no harán lo que les dices, harán lo que te ven hacer.

1 Comentario

  1. JOSE ENEBRAL

    Comentario *Claro, es que el texto lo deja a huevo; uno no puede evitarlo. A ver, cuando estalló el tema de la pederastia en el seno de la Iglesia, esta recurrió a lo mismo: en las familias más, en la sociedad más… Bueno, pero vayamos al terreno político donde, Santi, pareces situarte en la cómoda equidistancia. Yo creo que las Cámaras se habla cada vez de casos concretos, que merecen ser evaluados uno a uno, sin pataleos, alharacas… Temo que mordidas se producen incluso en Comunidades de Vecinos, y caben condenarlas siempre en Ayuntamientos, Comunidades, Ministerios…; pero decisiones que causan trágicas muertes resultan especialmente reprochables. Por otra parte, la reacción de los partidos a la corrupción en su seno también supone una diferencia que deja en evidencia a los equidistantes. Y, por cierto, la reacción de la Iglesia a los casos de pederastia…

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